En este día, recordamos con admiración y orgullo a todos los grandes hombres y mujeres que ofrendaron su vida por la patria.
Hagamos un alto en las actividades diarias para elevar nuestras oraciones a Dios, pidiendo por el eterno descanso de todos aquellos que cumpliendo con su deber enaltecieron al Ejército y a la Nación Argentina. Honrar su memoria es una responsabilidad de cada uno de nosotros y su sacrificio no habrá sido en vano. “Para Dios no hay Soldado desconocido”
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