El espíritu del montañés fue forjado en las tempranas jornadas del
Ejército, y su testimonio de coraje, sacrificio y templanza perdura
hasta nuestros días.
"La vida del hombre de montaña no es
sencilla, exige un entrenamiento específico, particularmente detallado y
extenso, que debe ser planificado basándose especialmente en el
conocimiento profundo de la montaña y la
experiencia. Se caracteriza por operar en terrenos abruptos, de fuertes
pendientes o cubiertos de nieve, y más de una vez en condiciones
climáticas adversas."
"LA MONTAÑA NOS UNE".
Saludamos en su día a
los abnegados montañeses y brindamos junto con ellos por todos los
integrantes de la especialidad que ofrendaron su vida en cumplimiento
del deber.
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