YO ESTOY CON GENDARMERIA
"Pueden hablarle a mis hijos de lo que quieran señores maestros, ellos ya saben que las fuerzas siniestras del mal conviven con nosotros. Al hablarles mal de su padre, de los camaradas del padre y de su abuelo, pretendiendo inculcarles odio cuando de su padre, abuelo y camaradas solo reciben amor, les permitirán darse cuenta de quién es quién en esta historia. De que su padre jamás hizo un paro para voltear un gobierno. De que su padre jamás va a poner una bomba. De que su padre lleva un uniforme con la bandera argentina, a la cual juró seguir, respetar y defender hasta perder la vida. Que sobre sus hombros lleva una jerarquía como así también el peso de sus decisiones. Que en el pecho lleva un gafete con su nombre, apellido y DNI, porque no siente vergüenza de ellos. Que su cara luce afeitada y su pelo bien peinado, sin esconderse detrás de una barba y cabellos desprolijos para que no lo reconozcan. Que va y viene por la vida uniformado y orgulloso de ser un militar argentino. Su padre y camaradas no andan con la cara tapada, su padre y camaradas tienen un cuartel donde todo el mundo los ve, viajan en patrulleros perfectamente identificados, mientras ustedes viven en la oscuridad, en la clandestinidad, usando todo tipo de artimañas para subvertir la verdad. Háblenles por favor, para que mis hijos sepan quién es quién. Sigan fabricando falsos héroes. Mis hijos saben de San Martín y sus granaderos, de Güemes y sus infernales, de los 12 bravos gendarmes del móvil 2, de los 43 ángeles del destacamento Gumercindo Acosta, saben de Cuello, de Romero, de hombres de honor. Incúlquenles odio, que de inculcarles amor me encargo yo".
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