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19/12/18

¿POR QUE PAPA NOEL LLEVA ESA VESTIMENTA?

Quizá resulte difícil creerlo, pero el moderno Papá Noel o Santa Claus debe su vestimenta no a una antigua leyenda o temprana mitología sino a la Coca-Cola Company, y a continuación presentamos evidencias concretas para avalar nuestra extraña afirmación:
Hace mucho tiempo Papá Noel era presentado luciendo los más variados atuendos, a veces verdes, púrpura, celeste, azul oscuro, marrón o rojo, y algunas ilustraciones lo mostraban como una figura multicolor vestido con, por ejemplo, pantalones azules, chaleco amarillo y chaqueta roja. En algunos casos sus vestiduras mostraban adornos de piel marrón, negra o blanca, y a veces se lo veía cubierto íntegramente de pieles o de cueros.
En la cabeza solía llevar una corona de muérdago, un sombrero de copa, un casquete, un gorro de dormir o una puntiaguda capucha. En algunas ocasiones se lo presentaba
luciendo una corona hecha de copas de vino o de botellas, y con frecuencia sus manos sostenían un generoso vaso de vino.
También era habitual mostrarlo fumando una pipa de arcilla.
Asimismo variaba el corte de sus ropas que podían ser un sacón largo con zapatos o pesadas botas negras. A veces, en su rol de Papá Noel, se asemejaba a un próspero borrachón, y en otras ocasiones, en su rol de San Nicolás, más parecía un airoso obispo. En otras palabras, tiempo atrás distaba de ser una figura uniforme, y aquí ni siquiera nos es de utilidad Clement Moore quien dijo simplemente:
"Vestía con pieles de pies a cabeza, con sus ropas manchadas de ceniza y hollín."
Más tarde, y con frecuencia, se lo mostraba ataviado con un confortable enterizo de piel, pero el siglo XIX no produjo un estilo dominante.
Todo esto cambió alrededor de 1930. La Coca-Cola decidió utilizar a Papá Noel en su campaña publicitaria invernal, y en 1931 contrató a un artista norteamericano de nombre Haddon Sundblom, y le encomendó la misión de recrear y precisar la figura del viejo caballero. La imagen de Sundblom inundó el mercado desde comienzos de la década del 30 a comienzos de la del 60, y se convirtió en la imagen del obsequiador navideño.
De la variedad de colores que engalanaban las ilustraciones anteriores, Sundblom escogió aquellos que hacían juego con los colores oficiales de la Coca-Cola —rojo y blanco— y para cuando concluyó su campaña ya nadie pensó en mostrar a Santa Claus o Papá Noel en otros colores que no fuesen esos.
Descartó la corona de muérdago, el sombrero de copa, la mitra obispal y la capucha puntiaguda, seleccionando en cambio un gorro de dormir suelto, rojo con ribetes blancos y un pompón de idéntico color en la punta.
En reemplazo del enterizo de piel o un largo sacón, diseñó una túnica que llegaba hasta los muslos, ajustada por un ancho cinturón negro, la cual, como el gorro, lucía ribetes de piel blanca. También rojos eran los pantalones, enfundados en pesadas botas negras.
Desaparecieron los vasos de vino y la pipa de arcilla, reemplazados.., por qué otra cosa sino por una inofensiva botella de Coca-Cola. El viejo borracho de la pipa se convirtió en personaje circunspecto, vestido con alegres colores disneyanos, que exudaba alegría y generosidad de tío dispendioso. En suma, un visitante navideño higienizado, estrictamente para niños, que barrió con todos sus antecesores. Por la vía del cine trascendió las costas norteamericanas para convertirse en imagen mundialmente reconocida.
En la Gran Bretaña actual la mayoría de los Santa Claus responden al diseño americano, pero aún se ve la vieja versión de largo gabán, en especial en el norte. Hemos adoptado los colores rojo y blanco, pero parecemos renuentes a hacerlo con el gorro de dormir americano, prefiriendo retener la capucha que se nos antoja más digna.
Puede llegar a escandalizar a algunas personas el pensar que un fenómeno tan moderno como la Coca-Cola ha llegado a influenciar algo tan tradicional como la Navidad, pero a través de su historia las campañas publicitarias de esta empresa siempre han captado expertamente la tónica del momento. En la década del 30, durante los años de la Depresión, deben de haberse percatado que la gente deseaba una imagen cálida y generosa, y eso se lo dieron con esta nueva y querendona figura de Santa Claus. Con la llegada de los alocados años 60 de pronto pareció estar fuera de foco y fue prestamente reemplazado por las estrellas pop del momento, pero ya la imagen de Papá Noel creada por la Coca-Cola estaba firmemente establecida y, según sus propias palabras, "los cuadros del Santa de Sundblom habían capturado los corazones de todos para convertirse en la aceptada representación del viejo y alegre duendecillo".
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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18/12/18

¿POR QUE PAPA NOEL BAJA POR LA CHIMENEA?

A los niños suele decírseles que cuando Papá Noel (o Santa Claus) visita sus hogares, lo hace introduciéndose por la chimenea. Esta representa una curiosa manera de acceder a una casa, y se ha recurrido a algunas ideas ingeniosas para explicar tal proceder.
Algunas autoridades relacionan este ingresar por la chimenea con la primitiva adoración del fuego, pero no existe evidencia que soporte esta teoría. Otros lo atribuyen a una vieja costumbre según la cual se limpiaban las chimeneas el día de Año Nuevo para permitir el ingreso de la buena
suerte durante el resto del año. Tal costumbre puede haber existido, pero no hay nada —salvo la conjetura— que la vincule a Papá Noel o a Santa Claus.
Para comprender la verdadera explicación del ingreso por la chimenea es importante recordar su origen. Todas las referencias modernas remiten al famoso poema "Una visita de San Nicolás", escrito en 1822 por el estudioso norteamericano Clement Moore a sus seis hijos jóvenes. En este poema describe a San Nicolás llegando en un trineo tirado por renos y aterrizando en el techo de su casa. Salió al exterior para ver qué sucedía:
"Entonces, en un santiamén oí sobre el techo la danza de los pequeños cascos, y al volver mi cabeza para retirarme
Santa Claus, de un salto, bajó por la chimenea".
Moore había incursionado en el campo de la antropología, y estudiado una vasta cantidad de mitos y leyendas de Navidad antes de sentarse a escribir lo que suponía un simple y puramente imaginativo cuento para niños, cuando en realidad su poema representaba una viva amalgama de una variedad de antiguas tradiciones, y parece que el arribo por vía de la chimenea tiene su origen en Finlandia.
Una vez trasladada la ubicación de la escena de una moderna casa occidental a una primitiva vivienda lapona el elemento de la chimenea se hace obvio. Los antiguos lapones
vivían en pequeñas carpas, similares a un iglú, cubiertas por
pieles de renos, hundidas en la tierra de modo que apenas si la parte superior era visible. La entrada era un hueco en el techo, a la vez vía de escape para el humo de su fuego, lo cual hacía que puerta y chimenea fuesen una misma cosa. De esta manera si Papá Noel/Santa Claus ingresaba por la puerta automáticamente descendía por la chimenea.
El poema de Clement Moore contiene dos importantes claves. Cuando llega el visitante sus renos se oían en el techo, lo cual armoniza con el entorno lapón. Por otra parte entra de un solo salto; no baja la chimenea, se arroja por ella. Esto carecería de sentido tomando en cuenta las altas chimeneas de nuestras casas, pero resulta una descripción perfecta de una choza lapona cubierta por pieles.
En la foto: Antigua chimenea construída por uno de los pioneros de Bariloche, Don Otto Meiling.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

17/12/18

PAPA NOEL Y SANTA CLAUS

PAPA NOEL
En la antigüedad los hombres temían el duro invierno. Significaba experimentar terribles sufrimientos, y ellos procuraban convencer a las fuerzas de la naturaleza que fuesen benévolas con ellos e hiciesen de ese invierno una estación benigna.
Los vikingos representaban esto, vistiendo a alguien para representar el "Invierno", y lo agasajaban de la mejor manera posible. Los británicos adoptaron esta costumbre, y al representante lo denominaban "Viejo Invierno", "Vieja Navidad" o "Viejo Padre Navidad". Se lo invitaba a participar de todas las festividades, y se le suministraba comida y bebida para mantenerlo de buen humor. Se confiaba en que estos actos simbólicos de alguna manera influenciasen en los elementos.
En esta temprana encarnación Padre Navidad (Papá Noel para nosotros) no era portador de regalos para los pequeños, ni se introducía en las casas bajando por la chimenea. Simplemente ambulaba de casa en casa, golpeaba a las puertas, visitaba a los moradores e ingería comida y bebida, para luego seguir su camino cada vez más alegre.
Mucho después se llegó a confundirlo con Santa Claus, y hoy son para nosotros uno y el mismo, pese a sus muy distintos orígenes.

SANTA CLAUS
Santa Claus comenzó su vida como Nicolás, un santo obispo de la vieja ciudad costera de Myra, en lo que es ahora el sudoeste de Turquía. Hoy podemos ver las ruinas de su iglesia más o menos a una milla del pequeño y moderno pueblo de Decore. Nació el 280 D.C. en la cercana ciudad de Patara, unas ochenta millas costa arriba, y murió el 6 de diciembre de 345 en Myra. Posteriormente su cuerpo fue trasladado a Bari, Italia, donde permanece hasta hoy, y donde cada año se realiza una gran fiesta en su honor.
Se sabe poco de su vida a excepción de una serie de cuentos legendarios, en algunos de los cuales aparece como despojándose de su riqueza para darla a los pobres. En una de esas leyendas se detiene en una posada cuyo dueño poseía la horrible costumbre de hacer escabeche con muchachitos que conservaba en toneles de salmuera, "salándolos como cerdo' para servir a sus parroquianos. Nicolás logró salvar a tres muchachos asiáticos de esa suerte.
Debido a su generosidad al hacer regalos y a la protección que daba a los pequeños, se convirtió en un santo inmensamente popular a través de toda Europa donde se le dedicaron miles de iglesias. En Gran Bretaña solamente superan las cuatrocientas.
En varias regiones surgió la tradición de que si en su fiesta —el 6 de diciembre— los pequeños dejaban algo de comida para su caballo (o burro) él les dejaría unos caramelos, siendo éste el primer paso importante hacia el nacimiento de Santa Claus como dador de obsequios.
El país donde tuvo mayor acogida fue Holanda, y se dice que esto se debe a que fueron barcos holandeses quienes trajeron las primeras noticias de su existencia al norte de Europa. En holandés su nombre se convirtió en "Sinter Klaas" o "Sinter Claes". Cuando los holandeses llegaron al Nuevo Mundo y fundaron en el temprano siglo xvil un lugar llamado Nueva Amsterdam (luego rebautizado Nueva York) trajeron consigo sus costumbres Sinter Klaas, y la primera iglesia que erigieron llevó su nombre.
La pronunciación americanizada de Sinter Klaas fue "Santa Claus", y éste pronto se convirtió en su apodo. En poco tiempo Santa Claus perdió sus raíces mediterráneas para convertirse en una figura global, común a todos. A esta altura de los acontecimientos la iglesia cristiana lo prefería a muchas otras figuras más paganas y folclóricas, pues al fin y al cabo estaba basada en un auténtico santo, y por consiguiente era más apto para desempeñar el rol de generoso distribuidor de regalos.
El siguiente paso fue el de simplificar las festividades invernales demorando en dieciocho días su arribo, pasándolo del 6 de diciembre a la víspera de Navidad, e incorporándolo de esta manera a las fiestas navideñas. Para contrarrestar cualquier oposición a esta medida se les dijo a los niños que debían hacer listas de los regalos que deseaban y dejarlas convenientemente a mano para que Santa Claus pudiese reunirlos y tenerlos listos para su entrega la víspera de Navidad. Hacía ya tiempo que estos obsequios habían superado el nivel de simples golosinas para convertirse en juguetes y presentes de todo tipo, y poco a poco el viejo santo fue convirtiéndose en el moderno Santa Claus.
En este proceso perdió su apostura estilizada para convertirse en un ser rollizo y alegre (en realidad con su larga pipa de arcilla comenzó a adquirir un gran parecido con uno de los tempranos colonizadores holandeses), y se hizo más benévolo. El viejo Sinter Klaas sólo premiaba a los niños buenos, e incluso los sometía a interrogatorios para constatar si sabían sus oraciones. Para los niños malos traía bastones con los cuales azotaba, aunque este castigo parece haber constituido más una amenaza que una realidad y eventualmente fue desterrado por completo por no armonizar con el alegre espíritu navideño.
Santa se convirtió en un tío benévolo que recorría el mundo con su alegre jo-jo-jo y la sola misión de hacer felices a los niños en Navidad independiente de su comportamiento durante el año. Para 1870 esta querida y novedosa figura había llegado a Inglaterra procedente de América, y pronto se fusionó con Papá Noel.
El viejo Papá Noel sufría la desventaja de no haber sido pródigo con sus regalos. Esto, en la era victoriana inglesa, fue enmendado tomando sólo el nombre de Papá Noel para amalgamarlo con la personalidad de Santa Claus y así crear nuestra propia e inmensamente popular figura navideña.
Para disgusto del sector mas piadoso del clero, la figura de Santa eventualmente se hizo más popular que la de Jesús con los niños modernos. Esto enfureció a ciertos elementos de la Iglesia quienes, no obstante, no pudieron impedir su ascenso al más alto sitial de la festividad navideña. Tan recientemente como en 1950 su efigie fue quemada por el clero francés, y en 1969 el papa Paulo VI llegó a "degradarlo", pero nada podía detenerlo. Papá Noel, alias Santa Claus, había llegado para quedarse.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

¿POR QUE SE HACEN REGALOS EN NAVIDAD?

El acto de intercambiar regalos entre quienes existen lazos de afecto es la más antigua de las costumbres invernales, y su remoto origen se remonta al Neolítico, unos diez mil años atrás, cuando la especie humana comenzó a reemplazar la inseguridad de una existencia cazadora por las mayores garantías de una vida dedicada a la agricultura, con cuyo arribo por vez primera existió una abundancia de comida. Con esto se hizo posible el acopio de víveres, lo cual permitió superar los fríos y duros meses invernales. Era necesario distribuir estas provisiones poco a poco a medida que transcurrían los días de invierno, pero cuando se llegaba a la mitad de esa estación lo peor había ya pasado. Los días malos se alejaban y la primavera pronto arribaría, lo cual demandaba gran celebración y una relajación del estricto racionamiento de tan precioso acopio. Se organizaba una fiesta.
Cada granjero tenía su especialidad, de modo que para hacer la fiesta lo más variada posible, se procedía a un intercambio de viandas para que todos pudiésen disfrutar de la rica exhibición de manjares.
Este trueque de comidas dio origen a la costumbre invernal de intercambio de regalos, y se convirtió en el centro de las festividades. Todo lo posterior se centró en torno a ello.
A través de los siglos los obsequios dejaron de ser exclusivamente comestibles. En antiguas civilizaciones tales como la de Roma, la ceremonia de intercambiar presentes se tomó en extremo minuciosa, y dio lugar a múltiples supersticiones, en especial a las que establecía que el no hacer regalos en esas fiestas atraía mucha mala suerte. El miedo al castigo por no cumplir con un hábito siempre ha representado un poderoso acicate para mantener o elaborar una cierta tradición.
Con el advenimiento de la era cristiana el ritual muy popular de los regalos enfrentó un desafío. Visto su origen claramente pagano los primeros cristianos intentaron suprimirlo pero el gran prestigio que había adquirido les negó el éxito.
En consecuencia modificaron su estrategia, adoptando aquella que estipula que si no puedes suprimir algo debes tomarlo prestado, convertirlo, o hacerlo tuyo.
En su flamante contexto cristiano el hacer regalos en Navidad simbolizaba el ofrecimiento de presentes al Niño Jesús por parte de los hombres sabios del Este, y se decía que con esto se demostraba la ausencia de egoísmo del ideal cristiano. Esto puede haber sido innegable en el caso de ciertos regalos hechos a los pobres y los necesitados que no estaban en condiciones de reciprocar, pero no reflejaba la verdadera naturaleza del intercambio que siempre tuvo lugar entre familiares o amigos íntimos, basado en el muy diferente concepto del beneficio mutuo.
Sería erróneo despreciar el intercambio de regalos, considerándolo inferior al dar a los necesitados. Representa mucho más que un egoísta deseo de provocar reciprocidad. Merced al acto de intercambiar obsequios, grupos íntimos, ya sea de familiares, amigos o colegas, fortalecen sus vínculos sociales. Los regalos se transforman en símbolos de obligación.trae apareado un poderoso sentimiento de apego social, y una más intensa impresión emocional de pertenecer, y esto, más que cualquier otra razón, es lo que da la sensación de "calor" a una exitosa Navidad.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

¿POR QUE TODOS NOS IMAGINAMOS UNA BLANCA NAVIDAD?

La inesperada respuesta es: porque en los primeros ocho años de la vida de Charles Dickens su navidad fue blanca.
Recordando su niñez enormemente nevada, Dickens aprovechó para escribir su famoso cuento "Un villancico navideño", publicado en diciembre de 1843, cuento que se convirtió en bestseller, y que el autor describió a un amigo como "un suceso prodigioso; creo que el más grande que he logrado".
Quienes lo leyeron se sintieron afectados por el tema, y de allí en adelante, un poco más sentimentales con respecto a la Navidad. Al hacer su crítica Thackeray fue generoso en sus alabanzas, comentando que: "Un filósofo escocés, que normalmente no observa la Navidad, ordenó un pavo con el cual agasajar a dos amigos y esto es verdad".
Esta perdurable imagen creada por Dickens lanzó el mito de que una buena Navidad debería ser blanca, y paisajes nevados se convirtieron en las ilustraciones comunes de todo producto asociado con la Navidad.
Exactamente un siglo después que Dickens escribió su cuento, Hollywood produjo una película protagonizada por Bing Crosby y Fred Astaire, titulada Holiday Inn, cuya canción I'm dreaming of a white Christmas (Conocida en el mundo hispano como Navidad Blanca) ganó el Premio de la Academia. Su aparición en plena Segunda Guerra Mundial causó un tremendo impacto sobre un mundo que ansiaba una paz simbolizada por el espíritu navideño; se convirtió en un éxito permanente que es repetido año tras año. En 1954 Hollywood reeditó ese éxito con otra película que llamó Navidad Blanca, en la cual Crosby cantó de nuevo la famosa canción.
Es sorprendente que pese a esta perdurable leyenda del típico día de Navidad en la cual la nieve cae fuerte y pareja, Inglaterra sólo ha conocido dos Navidades de este tipo en todo el siglo XX. De acuerdo a las estadísticas de la Oficina Meteorológica de Londres, hubo fuertes nevadas los días de Navidad de 1938 y 1970.
Un experto en investigaciones climáticas lo ha definido de la siguiente manera: "La idea de una Navidad blanca es bastante mítica, pues tanto éste como los días anteriores y posteriores poseen buenos antecedentes solares. El cuadro más característico es de un período tranquilo y soleado entre momentos más ásperos". Parecería entonces que a menos que nos embarquemos en un feriado en el exterior, dedicado al esquí, la Navidad Blanca seguirá representando un sueño.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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14/12/18

¿POR QUE SE DECORA EL ÁRBOL DE NAVIDAD CON ESFERAS DE VIDRIOS DE COLORES?

Cierta manera de decorar el árbol de Navidad goza de una historia muy especial. Las bombitas de colores presentan varias formas, pero en esencia son esferas de vidrio colgante, de paredes muy finas, y superficie espejada. Existen muchas versiones, pero ése es el diseño básico.
Su origen es bastante insólito. Alrededor de doscientos años atrás, los sopladores de vidrio de Bohemia sufrían de exceso de calor y de trabajo. Durante la larga jornada de trabajo entre las llamas sufrían una sed tremenda que apagaban con creciente eficacia a medida que transcurrían las horas. El fin del día los encontraba de ánimo festivo, rivalizando como niños en su afán de soplar la burbuja más grande. Concluida la competencia las burbujas eran descartadas, hecho que no pasó inadvertido a sus mujeres, quienes las rescataron para llevarlas a los mercados navideños y allí venderlas como novedades.
Llevadas a los hogares y colgadas en las puertas de las casas como motivos de original decoración, las burbujas de colores no tardaron en adquirir propiedades mágicas, las cuales aumentaron su prestigio y las ventas. Se les dio el nombre de "Bolas Espirituales", y se adujo que el mal de ojo no tenía acceso allí donde se las exhibía. Se explicó que su especial valor residía en su "reflexión circular" que hacía que el mal de ojo se viese reflejado en ellas cuando intentaba introducirse en las casas, lo cual le resultaba intolerable. Con posterioridad este recurso se utilizó en muy variados contextos. (Los bronces muy lustrados que se les colgaba a los caballos de trabajo eran discos chatos que obedecían a la necesidad de protegerlos contra este flagelo.)
Las primeras bombitas de colores resultaban demasiado grandes y pesadas para colgar de los árboles de Navidad, pero muy pronto los sopladores, que no tardaron en percatarse de las ventajas que ofrecía este nuevo y redituable adorno, comenzaron a fabricar bombitas más pequeñas con dispositivos para adherirlas a las ramas del árbol. Luego, en 1863, llegó el gas y la posibilidad de controlar las llamas, y con su advenimiento los artesanos bohemios crearon pequeñas bolas de vidrio, de paredes muy delgadas, y allí nació la moderna bombita del árbol de Navidad. Alrededor de 1870 las fábricas de vidrio de Bohemia trabajaban incansablemente exportándolas al resto del mundo. Lo que nació como juego de borrachos acabó como importante industria navideña.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

13/12/18

LA TRADICIÓN DE ENCENDER VELAS EN LA NAVIDAD

Tiempo atrás, en el norte de Europa, se encendía una enorme vela Yule que debía arder a través de toda la festividad Navideña. Al igual que el leño Yule, esto se hacía originalmente para homenajear al dios Sol y celebrar su nacimiento al comienzo de un nuevo año. El simbolismo de encender esta vela especial encerraba la esperanza de que la luz del Sol se viese estimulada a reaparecer a corto plazo.
La Cristiandad adoptó esta costumbre y dado que Cristo era la "Luz del Mundo" la llama de esa vela simbolizaba su influencia. Asimismo se sugería que la brillante luz de la vela representaba la Estrella de Belén.
Al pueblo se lo estimulaba a encender muchas velas para reforzar este simbolismo, y era práctica común colocar una o más en las ventanas para guiar al espíritu de Cristo a través de la negra noche. Otras se adosaban al árbol de Navidad, pero esta práctica con frecuencia terminaba en desastre pues, mal colocada, hasta la más pequeña vela podía incendiar un árbol, y era costumbre destacar a un miembro de la casa, por lo general un sirviente menor, para que montase guardia cuando el árbol se encontraba iluminado. A este paciente guardián se lo dotaba de un largo palo terminado en una esponja o trapo humedecido, para con él combatir cualquier atisbo de fuego.
Esta precaución era reforzada por una fila de baldes llenos de agua, estratégicamente colocada junto a una pared cercana, con los cuales se encaraba la lucha contra desastres mayores. Pese a estas precauciones cada año sucedían tragedias. (Esto no resulta sorprendente si tenemos en cuenta que en la Alemania del siglo XVIII solían destinarse cuatrocientas velas a la decoración de un árbol de tres metros y medio de altura.)
El temor a tales accidentes tal vez justifique nuestra actual tendencia a utilizar pequeñas réplicas eléctricas de las velas de antaño. Aparecieron por primera vez en 1882, en los Estados Unidos y por cortesía de la Compañía de Electricidad de Edison, y debemos admitir que pese a la seguridad que nos aporta su uso, este substituto no posee la mágica cualidad de las oscilantes velas del ayer.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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12/12/18

LA TRADICIÓN DE LA GUIRNALDA EN LA PUERTA EN VÍSPERA DE NAVIDAD

Además del verde con que adornamos el interior de las casas, en la actualidad mucha gente también cuelga una guirnalda en la parte exterior de su puerta principal, y la mantiene en exhibición los doce días que dura la Navidad. Con anterioridad esta costumbre era más popular en América del Norte, pero ahora se está difundiendo en Gran Bretaña y el resto del mundo, tal vez por influencia del cine norteamericano.
Como costumbre invernal el uso de guirnaldas se origina en la antigua Roma, donde el intercambio de regalos formaba parte de las celebraciones del Año Nuevo, que acontecía entre el 31 de diciembre y el 4 de enero. La gama de regalos era amplia, pero originalmente consistía en ramas de siempreverde llamadas strenae en homenaje a Strenia, diosa de la Salud. Hoy en día con frecuencia decimos "A tu salud" cuando compartimos tragos navideños con nuestros amigos, y para los romanos el obsequiar ramas de siempreverde involucraba un deseo similar. Para hacerlas más atractivas era costumbre dar a estas ramas la forma de un anillo o guirnalda, y para demostrar que habían recibido tal regalo, y también para asegurar que la salud reinase en su hogar el año que comenzaba, los romanos exhibían estas guirnaldas en las puertas de sus casas.
Hoy día se tiende a comprar la guirnalda que adornará la puerta, pero en honor a la verdad, si fuésemos a seguir con fidelidad la tradición romana, sólo deberíamos exhibir una guirnalda recibida a título de presente de manos de otra persona.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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11/12/18

¿POR QUE SE CUELGAN MEDIAS EN VISPERA DE NAVIDAD?

Porque San Nicolás salvó a tres hermosas hermanas de la prostitución. Pese a que esto pueda sonar como improbable, por una vez una vieja leyenda parece estar basada en un incidente histórico.
Nicolás provenía de una familia muy pudiente. Sus padres murieron en una epidemia cuando él era joven; heredó todo, y al encontrarse de pronto extremadamente rico debió decidir qué hacer con su dinero. Siendo un buen cristiano optó por regalarlo a los necesitados.
Pero muy pronto cayó en la cuenta de que, a medida que su generosidad se difundiera, mayor sería la corte de pedigüeños y parásitos que lo buscaría para amargarle la vida, de modo que debió planear con cuidado sus actos de caridad. Con frecuencia viajaba disfrazado, y se aseguraba de que sus regalos fuesen distribuidos de manera secreta para que nadie conociese la identidad del dador.
En cierta ocasión supo de un hombre que había perdido todo su dinero a causa de malos negocios, y debido a esta infortunada situación no se encontraba en condiciones de aportar la necesaria dote para que sus tres hermosas hijas solteras pudiesen acceder al matrimonio. No podía permitirse el lujo de mantener las hijas en su casa, quedándole entonces una sola y última opción: Venderlas como prostitutas.
Cuando Nicolás supo de esto esperó la noche y cabalgó hasta la casa del hombre. Al pasar por la ventana abierta de una de las jóvenes arrojó por ella una bolsa de oro. La muchacha jamás tuvo idea de la procedencia del regalo, pero resultó suficiente para su dote; muy pronto gozó de un feliz casamiento.
Nicolás luego repitió esto con la segunda hija, quien también pudo acceder al casamiento. El padre, intrigado por estos regalos milagrosos, montó guardia junto a la ventana abierta de la tercera hija. Por fin apareció una figura que arrojó la tercera bolsa de oro. Entonces el padre abandonó su escondite, tomó del brazo a Nicolás y agradeció su generoso acto. Nicolás quedó horrorizado al comprobar que su generosidad había perdido el anonimato, e insistió ante el padre para que jamás revelara su identidad, pero éste, impresionado por aquellos tres actos no pudo ocultar el asunto y Nicolás pronto gozó de fama por lo hecho. Como resultado de esto se convirtió eventualmente en patrono de las niñas solteras.
Lo gracioso es que por dar dinero a la gente también se convirtió en patrono de los prestamistas, quienes adoptaron sus tres "bolsas de oro" como emblema. Por tal razón cada negocio de prestamista exhibe un cartel que muestra tres bolas de oro.
Cuando se ampliaron los detalles de esta historia surgió que una de las niñas había encontrado la bolsa de oro en su media, siendo aparentemente la costumbre de las jóvenes lavar sus medias largas antes de acostarse y luego colgarlas cerca de una ventana abierta para que la brisa nocturna se encargue de secarlas. Esa noche en cuestión Nicolás vio la media colgada, y juguetonamente depositó en ella la bolsa de oro.
Esta parte de la historia se elaboró más y más con el correr de los años. Se dijo que Nicolás había acertado con cada una de las bolsas que arrojó a las medias colgadas ante el fuego para secarse, y la hazaña fue juzgada tan extraordinaria que su historia se convirtió en una fábula romántica. Pero Nicolás existió, y la versión más sobria de esta narración es muy probablemente auténtica.
Más adelante, cuando a Nicolás se lo asoció con la festividad cristiana y los regalos de Navidad, se les dijo a los niños que debían colgar sus medias la víspera de Navidad, y San Nicolás les haría una visita secreta durante la noche para colmarlos de regalos, tal cual hiciera con las tres jóvenes hermanas.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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LAS HOJAS DE MUERDAGO EN NAVIDAD, PORQUE SE CUELGAN Y LA TRADICIÓN DEL BESO

Existen varias leyendas extrañas respecto al uso del muérdago en Navidad. ¿Cuál es la verdad? ¿Por qué tiene esta curiosa planta parásita una asociación tan fuerte con las festividades invernales?
La leyenda oficial cristiana es una ficción encantadora, inventada para colocar la planta bajo el paraguas general del "folklore piadoso". Según la historia existieron en un tiempo enormes árboles de muérdago, de uno de los cuales hicieron la cruz de Cristo. Después de la crucifixión todos los otros árboles de esta especie se encogieron de vergüenza y debieron vivir el resto de sus vidas en calidad de parásitos de otros árboles. Por lo tanto, al introducir una rama de esa planta en nuestros hogares en Navidad, simbólicamente estamos colocando un crucifijo en honor a Jesucristo.
Sin embargo hay ciertos derechos ajenos que deben ser tenidos en cuenta. Para los antiguos druidas también era planta sagrada, en especial cuando se la encontraba creciendo en el más reverenciado de sus árboles, el roble, acontecimiento nada frecuente pues el roble no acostumbra hacer de anfitrión de parásitos. Donde suele crecer el muérdago es en el manzano, de modo que cuando se daba la combinación de roble y muérdago se imponía una ceremonia especial, la cual a su vez daba lugar a un sacrificio ritual.
Dos toros blancos eran traídos al lugar donde roble y muérdago coincidieron, y un druida vestido con túnica blanca subía al árbol munido de una hoz de oro, y mientras otros desplegaban un paño blanco para recoger la planta sagrada, él la separaba ceremoniosamente del árbol. Era importante que no fuese cortada con un implemento de hierro, y que nunca tocase el suelo, pues en ambos casos perdería sus poderes mágicos. Luego ambos toros eran sacrificados, se preparaba una fiesta especial, y del muérdago se hacía una poción para ser usada como cura contra el envenenamiento y, sobre todo, para asegurar la fertilidad de los animales. También las mujeres portaban una rama del muérdago-roble para aumentar sus posibilidades de quedar embarazadas.
Entre sus muchos supuestos atributos mágicos el muérdago gozaba de la reputación de proteger contra los hechizos y la brujería. Una rama de la casa bastaba para ahuyentar los malos espíritus. Esto ha sido utilizado como explicación de la especial ligazón pagana entre el muérdago y la festividad invernal más tarde conocida como Navidad. Estos períodos eran de gran celebración, y se creía que los alegres acontecimientos de este tipo representaban ocasión propicia para atraer el Mal de Ojo y los poderes de las tinieblas, de modo que resultaba natural colgar objetos protectores durante ese tiempo. Sin embargo, no existe evidencia confiable de que esta conexión se haya llevado a cabo excepto en la imaginación de los estudiosos del folklore.
Otra explicación más simple, aunque menos dramática, es que el muérdago no pasaba de ser una planta más que, como el acebo, la hiedra y el laurel, retenía su verdor en Navidad, y por lo tanto resultaba otro elemento útil para la decoración. Verdor de varios tipos fue utilizado desde mucho antes del nacimiento de Cristo para proveer un hogar temporario a los "espíritus de la vegetación" que precisaban de un acogedor refugio durante el crudo invierno. Aparentemente, durante los primeros siglos la gente no era tan quisquillosa respecto a las plantas que utilizaba para este fin, y según cierto escritor, "utilizaba lo que había a mano en materia de verdor".
Dese a los vínculos del muérdago con el paganismo, la costumbre británica de besarse bajo el muérdago parece ser puramente cristiana, y aparentemente comenzó de la siguiente manera:
En el siglo XIV en Gran Bretaña, era tradicional en Navidad colgar una pequeña imagen de la Sagrada Familia cerca de la puerta de entrada de la casa. El pequeño modelo era colocado sobre una plataforma, y ésta dentro de un arco de madera, decorado con cualquier tipo de planta que se mantuviese verde en esa época, ya fuera acebo, hiedra o muérdago, pues en aquellos lejanos tiempos las plantas en sí no poseían ninguna significación. Lo único que importaba entonces era que luciesen frescas y vivas en medio del invierno.
Esta representación de la Sagrada Familia llevaba por nombre Rama Sagrada, y llegada la Navidad el párroco local recorría sus dominios y bendecía cada una de ellas. Toda persona que cruzaba los umbrales de una casa durante la Navidad debía ser abrazada, para demostrar que en esa sagrada época todos se amaban a la manera cristiana, y hacerlo bajo el modelo de la Sagrada Familia tomaba al acto más sagrado.
Con el correr del tiempo el uso de imágenes fue juzgado una idolatría, y el pequeño modelo de la Sagrada Familia debió ser eliminado, pero las viejas costumbres se arraigan y rehúsan desaparecer. Para solucionar el problema la Rama Sagrada fue rebautizada Rama de Acebo,* y los abrazos continuaron pese a que ahora sólo se producían bajo arcos decorados con plantas.
En el siglo XVI el simple saludo del abrazo se hizo más efusivo e incorporó el beso. Luego, hace unos trescientos años, un nuevo elemento se agregó al ritual: Cada vez que un visitante a la casa era besado se arrancaba una de las bayas blancas de la rama de muérdago y al quedar la planta desnuda de bayas el besuqueo cesaba.
Es probable que esto fuese introducido para limitar lo que con rapidez se estaba convirtiendo en una excesiva ronda de besos no tan santos, pero sus efectos se tradujeron en el establecimiento de un vínculo entre una planta, el muérdago, y el acto de besar. Previamente, pese a su extraña historia, el muérdago era apenas una planta perenne más. Ahora, de pronto, se convertía en la "rama del beso".
Andando el tiempo los arcos desaparecieron, y apenas si quedó una ramita de muérdago colgando en el hall de entrada en Navidad.
El muérdago ha mantenido hasta el día de hoy la prerrogativa de permitir que se intercambien besos bajo sus ramas. Su verdadero origen ha caído en el olvido, pero como pasaporte a la intimidad ha retenido su gran popularidad, tomándose más sexual y menos sagrado con el paso de los años.
Así como muchos actos navideños en apariencia cristianos son en realidad de origen pagano, éste es un acto en apariencia pagano que parece ser verdaderamente cristiano, simbolizando el amor de Cristo por toda la humanidad.
Una explicación que rivaliza con ésta se refiere al vínculo pagano de la planta con la fertilidad, lo cual la hacía ideal para "bendecir" un beso sexual. Pese a que suena convincente, se trata de pura conjetura y no existe evidencia que la sostenga. El hecho de que los besos de los primeros cristianos formaban parte de un saludo social desprovisto de toda connotación sexual, invalida lo anterior.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

¿CUAL ES EL ORIGEN DEL ÁRBOL DE NAVIDAD?

Cuando compramos un pequeño pino, lo llevamos a casa, y lo entronizamos en nuestra sala, estamos participando en el antiguo rito pagano de La adoración del árbol, y debemos agregar que los árboles de Navidad tienen poco que ver con Cristo.
Originalmente el árbol adorado era el roble y hoy, cuando "tocamos madera" para invocar la buena suerte, deberíamos, si actuamos con total seriedad, asegurarnos de que la madera que tocamos es roble y no de otra calidad inferior.
Mil doscientos años atrás, en especial los germanos paganos veneraban el roble. Se intentó convertirlos al cristianismo, pero su adoración arbórea había calado demasiado hondo, y resultó difícil de extirpar. En consecuencia los misioneros cristianos adoptaron su ya conocido procedimiento de absorber la costumbre pagana con preferencia intentar prohibirla.
Cristianizaron La adoración del árbol reemplazando el roble por el abeto, y el motivo de esta sustitución obedecía a que, visto de costado, el abeto tenla forma triangular, y se explicó a los germanos que las tres puntas del triangulo representaban Ia Santa Trinidad: con Dios Padre en La cima y Dios Hijo y Dios Espíritu Santo ocupando las dos puntas inferiores.
Se les dijo a los paganos que si adoraban este nuevo árbol no estarían haciendo abandono de sus antiguas creencias sino que paralelamente estarían homenajeando a la nueva deidad cristiana, y ellos, posiblemente por proteger sus apuestas y agradar a la mayor cantidad posible de dioses, aceptaron el cambio, y así nació el moderno árbol de Navidad.
Resultó en especial afortunado que una de las tres puntas de esta "Trinidad del Abeto" estuviese ocupada por el Espíritu Santo, pues significaba que podían continuar adorando at espíritu arbóreo y al mismo tiempo abrazar la nueva religión cristiana.
El árbol de Navidad demoró mucho en llegar a Inglaterra, y La más temprana referencia a él se encuentra en los papeles de una dama cuyo extraño nombre era Mrs. Papendiek. Refiriéndose a la Navidad inglesa de 1789 escribió: "Esta Navidad Mr. Papendiek propuso un árbol iluminado conforme a La tradición alemana", pero aparentemente esta osada innovación del caballero no prosperó.
En 1800 la reina Charlotte, alemana, esposa de Jorge III, sin duda nostálgica de las costumbres de su infancia, hizo instalar un árbol de Navidad en los aposentos de la reina en Windsor, pero una vez más el hecho no tuvo repercusión; sin duda debido a la gran impopularidad de su marido.
No fue hasta después de 1840, cuando el Príncipe Alberto hizo instalar un árbol navideño para la reina Victoria en Windsor, que se aceptó esta costumbre germana importada, y aun entonces su difusión fue lenta, siendo aceptada inicialmente por los esnobs imitadores de la realeza, que copiaban cuanto hacía la reina Victoria. Alcanzada la década del 60 el hábito se había extendido a través de todo el país, convirtiéndose en un aspecto esencial de las celebraciones navideñas.
Más o menos en esa época las conexiones alemanas con otros países europeos y con los Estados Unidos hicieron que la costumbre del árbol navideño se difundiese ampliamente, y para fines del siglo XIX era común a través de Escandinavia, el norte de Europa y Norteamérica. En contraste los países latinos se mostraron reacios debido a que la Iglesia católica habla hecho lo suyo, y a la inversa de Los más eclécticos misioneros de temprana hora no logró tolerar el origen pagano del árbol.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

¿POR QUE DECORAMOS EL ARBOL DE NAVIDAD?

La decoración de un árbol de Navidad implica mucho más que un mero deseo de hermosearlo, y de nuevo nos encontramos en el reino del ritual pagano.
En las épocas del oscurantismo, cuando la gente creía en los espíritus arbóreos, decoraba los árboles en invierno. Cuando los árboles perdían sus hojas en el otoño se creía que los espiritus los hablan abandonado, lo cual daba lugar al temor de que, a menos que se hiciese algo al respecto, podrían no regresar la próxima primavera. Si esto sucedía los árboles permanecerían desnudos y no darían frutos.
Para estimular el regreso de los espíritus se colgaban a los árboles decoraciones hechas de piedras pintadas y telas cobreadas, y la idea era que esto los tomaba tan atrayentes que los espíritus pronto regresarían para habitarlos. Para felicidad de todos la treta daba optimos resultados, y cada año, en primavera, reaparecían las hojas.
Esta costumbre de la vieja Europa precedió la idea de introducir un árbol en la casa para Navidad. Los árboles se decoraban estando afuera, y cuando surgió el hábito de introducir pequeños abetos en las casas pareció natural agregarles decoraciones similares, aun cuando los abetos no perdían sus hojas por ser siempreverdes.
En el refugio de una habitación las decoraciones se tornaron más variadas. Ristras de pequeñas cuentas de vidrio, previamente usadas para decorar los brazos de candelabros de madera, fueron transferidas a los nuevos árboles de Navidad, y asimismo se colgaban frutas, panes de gengibre y caramelos de varias clases. También se agregaban ornamentos de papel en forma de rosas en homenaje a Nuestra Señora. Con frecuencia se iluminaban los árboles con velas, no con fines decorativos, sino porque simbolizaban a Cristo como "La Luz. del Mundo".
Todo esto sucedió mucho tiempo atrás en Alemania, y las reseñas más tempranas que poseemos datan del siglo XVII. Con posterioridad, en el siglo XIX, mediante casamientos convenidos la realeza alemana se propagó por Europa, y con ella sus árboles de Navidad con sus decoraciones.
Para fines de la era victoriana los Arboles decorados se habían propagado por doquier, y la manufactura de sus adornos se comercializó cada vez más. Hoy en día son casi siempre comprados hechos, y las velas, consideradas de tiempo atrás como peligrosas, fueron reemplazadas por pequeñas bombitas eléctricas de colores que más hacen pensar en una feria que en una sagrada simbolización de la "Luz del Mundo".
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.


20/11/18

JUNTO A LA TRIPULACIÓN DEL ARA SAN JUAN

El martirio no se elige, es una gracia concedida, y ellos tienen la gracia de estar en donde eligieron estar, en el mar, en patrulla eterna, hundidos como hito, como mojón, como los 300 espartanos. Están ahí para marcarnos a todos algo y tenemos que verlo como sociedad, como país y como Fuerzas Armadas. Ojalá que sirva su sacrificio para hacer un país, una Marina y una política mejores. 
'No llevo flores a la tumba de un marino, llevo un trozo de sal que es fruto del mar y de su destino'. Yo llevo sal y brindo por los 44 que son un faro en el mar.
Ya los encontramos. 
Ya pueden descansar en Paz...
#arasanjuansubmarino #ARASanJuan #submarino #44heroes

8/10/18

ANIVERSARIO DE LA MUERTE DEL SOLDADO HERMINDO LUNA

Desde aqui nuestro recuerdo y homenaje a todos aquellos que ofrendaron su vida en defensa de la Patria.

"Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron."

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ENTREVISTA DIARIO SOLDADOS DIGITAL

Pasó la mitad de su vida dedicándose al Regimiento creado por el General San Martín a través de la fotografía. Con tan solo 30 años, su entrega y labor le merecieron la Orden de Caballero de los Andes. En un diálogo con Soldados Digital, nos contó su historia... No te la pierdas:

http://soldadosdigital.com/sitio/nota.asp?id=2022

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22/5/18

44

Fotografía tomada en el Puerto Nuevo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día 19 de abril a las 1614hs.

“El martirio no se elige, es una gracia concedida, y ellos tienen la gracia de estar en donde eligieron estar, en el mar, en patrulla eterna, hundidos como hito, como mojón, como los 300 espartanos. Están ahí para marcarnos a todos algo y tenemos que verlo como sociedad, como país y como Fuerzas Armadas. Ojalá que sirva su sacrificio para hacer un país, una Marina y una política mejores. 
'No llevo flores a la tumba de un marino, llevo un trozo de sal que es fruto del mar y de su destino'. Yo llevo sal y brindo por los 44 que son un faro en el mar.”
Gracias por ser faro, ejemplo y por velar por sus indignos conciudadanos. 
Mi recuerdo y homenaje a la tripulación del ARA SAN JUAN a seis meses de su desaparición.

"Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron."

Carlos Ravazzani.-

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16/5/18

A SEIS MESES DE LA DESAPARICIÓN DEL ARA SAN JUAN

“El martirio no se elige, es una gracia concedida, y ellos tienen la gracia de estar en donde eligieron estar, en el mar, en patrulla eterna, hundidos como hito, como mojón, como los 300 espartanos. Están ahí para marcarnos a todos algo y tenemos que verlo como sociedad, como país y como Fuerzas Armadas. Ojalá que sirva su sacrificio para hacer un país, una Marina y una política mejores. 
'No llevo flores a la tumba de un marino, llevo un trozo de sal que es fruto del mar y de su destino'. Yo llevo sal y brindo por los 44 que son un faro en el mar.”
Gracias por ser faro, ejemplo y por velar por sus indignos conciudadanos. 

Lo demandó el honor y obedecieron,
lo requirió el deber y lo acataron;
con su sangre la empresa rubricaron
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.
Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso como valientes lucharon,
y como héroes murieron.

Mi recuerdo y homenaje a la tripulación del ARA SAN JUAN a seis meses de su desaparición.

#ARASanJuan #sanjuan #44 #44heroes #submarino

23/4/18

44

Mientras sus camaradas los tengan presentes y el Pueblo Argentino los recuerde, ellos no habrán muerto. Estarán vivos como eternos centinelas en nuestro mar. 
A los soldados no se los llora, se los honra. Derramar lágrimas por ellos, para descargar el dolor que supone su pérdida, es un privilegio otorgado sólo para sus afectos.
¡Viva la Patria! ¡Honor y Gloria a los #44 !#submarinoarasanjuan #arasanjuan

RESPETO Y HONOR A LA BANDERA

Ante los reiterados comentarios y criticas respecto a las banderolas que portaba el Regimiento de Granaderos el pasado martes durante la escolta al Presidente Español, quiero compartir esta imagen que habla por si sola. 
Cada vez que visita el país un mandatario extranjero, el Regimiento de Granaderos tiene por costumbre escoltarlo portando Banderines del país al cual recibe (Banderines, no Banderas). Entre los países que ha escoltado se encuentran Alemania, Armenia, Noruega, China, Canadá, México, Irlanda, Italia, Brasil, Uruguay, Chile, Rusia, Francia, entre muchos otros.
Mas allá de los Banderines que son por cuestiones protocolares de fraternidad y hermandad entre las naciones que nos visitan, al frente de la columna montada siempre van las Banderas Nacional de Guerra Argentina y Bandera del Ejército de los Andes presidiendo la formación.
No obstante esto, se cuestiona el hecho de que el Regimiento porte una Bandera Española. (Banderin, no Bandera)
Cabe destacar que el General San Martin realizó la mayor parte de su carrera militar en el Ejercito Realista hasta el cargo de Teniente Coronel de Infantería, tras lo cual se licencia y viene a América.
Desde sus inicios hasta su exilio en Francia, el Libertador conservó varias amistades Realistas y el trato con los mismos fue ameno y justo. Jamás odió a España, a su gente y a su cultura, todo lo contrario.
Un claro ejemplo es el que tuvo lugar el 2 de junio de 1821 donde el General San Martin ofreció un brindis en Punchauca, frente al Virrey brindó por la Prosperidad de la España y de la América, y después se propusieron otros brindis alusivos al restablecimiento de la unión y fraternidad entre los españoles, europeos y americanos.
Por otra parte el 22 de junio de 1860, la reina Isabel II, de España, reconoce la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata mediante un “Tratado de paz y amistad” firmado en Madrid y desde entonces la Argentina mantiene una fuerte amistad con la Nación europea que fue creciendo con el paso de los años.
Mas allá de todo esto, el Regimiento de Granaderos, Escolta Presidencial de la República Argentina tiene como una de sus funciones principales escoltar a los magistrados extranjeros que nos visitan y dentro de esa función y por parte del Ceremonial de Estado, corresponde este tipo de escolta la cual es retribuida por los países donde visita nuestro Presidente.
En la imagen que comparto van a poder apreciar al Presidente Español Mariano Rajoy firme, haciendo una respetuosa reverencia a nuestras Banderas. (Y no a los banderines españoles) Una clara señal de respeto, admiración y reconocimiento a nuestra Nación y al Ejercito de los Andes, representado en este caso por los Granaderos, que con su lucha logró la emancipación Americana.
El Presidente Español en su gesto para con la Argentina es un claro ejemplo del sentir del Pueblo español y la amistad que nos une.
Tomemos este ejemplo y dejemos de discutir y utilizar las imágenes de los Granaderos con fines políticos. Sigamos el ejemplo del Libertador, nunca mejor utilizado: "Divididos seremos esclavos; unidos, estoy seguro de que los batiremos; hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra de honor."
Dejemos de dividirnos por tonterías y busquemos entre todos lo mejor para nuestra Gran Nación.
Carlos Ravazzani.-

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SER DE CABALLERIA

SER DE CABALLERIA es más que un privilegio. Es principalmente una pesada responsabilidad. Quien no sepa medir la verdadera extensión de esta responsabilidad y quien no fuera capaz de amarla arrebatadamente ¡Media Vuelta! Sólo así no vendrá a ser un pigmeo entre gigantes.
SER DE CABALERIA no es ser mejor o peor que los demás, como ya es clásico afirmar. Es ser diferente. Diferente con espontaneidad y sin arrogancia, con discreción y sin maldad. Diferente en todo lo que pueda reflejar las extraordinarias facetas del aguerrido espíritu del arma.
SER DE CABALLERIA es tener vocación para la busca de lo infinito y familiaridad con los influjos de lo eterno. Por la gloria el de caballería pelea, se supera y se sacrifica hasta llegar, por lo menos, a las cercanías de lo infinito. Por la tradición, él se modela, se robustece, actúa y reacciona bajo la inspiración de la perpetuidad que es el fundamento existencial del arma.
SER DE CABALLERIA es perseguir un ideal que si no ofusca, que si no quebranta, que si no abate el rigor y a los látigos de formidables borrascas que sobre él se lanzan, rugen, revientan con furia, con accesos de ira incontrolable, de tiempo en tiempo. ¡Qué le importa al sol las negras, densas y siniestras nubes de la tormenta!
SER DE CABALLERIA es ser, de la astucia, enamorado; de la bravura, amante; de la audacia, apasionado; de la iniciativa, siervo. Es hacer del peligro la sublime locura que, en desenfrenado galope, conduce a la luminosidad del heroísmo.
SER DE CABALLERIA es hacer de la Renuncia, un credo; de la resignación, un apostolado. La Renuncia es la inagotable fuente de energía que mantiene encendida la llave interior del de caballería y que lo identifica a su vida, sin más recompensas que aquellas que le son proporcionadas por la serena certeza de vivirla intensamente. La Resignación acondiciona su alma, para cambiar las espinas por flores y para vencer el virus del desaliento que le es inoculado por la incomprensión, no obstante su valía, y por el cortejo de laureles, de éxitos y de recompensas que se ve a su alrededor, pero le son negados.
SER DE CABALLERIA es amar con exaltación el caballo, en una mezcla de amistad y de reconocimiento por su capacidad de pagar con afecto, el afecto que le es dedicado; por la nobleza de su cooperación para las glorias imperecederas del arma. Es amar al caballo, enfrentando con altura la onda de desdén que emana de motores que no viven, que no vibran, y que solo roncan, sujetos a las serpentinas de los buenos caminos, mientras sus corazones fueren capaces de alimentar con combustible sus venas metálicas.
SER DE CABALLERIA es ser, al mismo tiempo, monarca y esclavo. Monarca de espacios libres y profundos, de agrestes y ásperas veredas, en las cuales, a despecho de las fantasías modernistas, el Arma de la movilidad táctica por excelencia tiene su habitáculo, transformase en fantasma y adquiere el mágico poder de la leyenda. Esclavo del penoso tributo a ella impuesto, solo comparable a la belleza de sus misiones clásicas, antes, durante y después de la batalla, en holocausto de la victoria final.
SER DE CABALLERIA es, antes que nada y a pesar de todo, nacer, vivir y morir: SIEMPRE DE CABALLERIA.
Mayor Luis Felipe de Azambuja

¡FELIZ DIA NOBLE CABALLERIA!