14/12/18

¿POR QUE SE DECORA EL ÁRBOL DE NAVIDAD CON ESFERAS DE VIDRIOS DE COLORES?

Cierta manera de decorar el árbol de Navidad goza de una historia muy especial. Las bombitas de colores presentan varias formas, pero en esencia son esferas de vidrio colgante, de paredes muy finas, y superficie espejada. Existen muchas versiones, pero ése es el diseño básico.
Su origen es bastante insólito. Alrededor de doscientos años atrás, los sopladores de vidrio de Bohemia sufrían de exceso de calor y de trabajo. Durante la larga jornada de trabajo entre las llamas sufrían una sed tremenda que apagaban con creciente eficacia a medida que transcurrían las horas. El fin del día los encontraba de ánimo festivo, rivalizando como niños en su afán de soplar la burbuja más grande. Concluida la competencia las burbujas eran descartadas, hecho que no pasó inadvertido a sus mujeres, quienes las rescataron para llevarlas a los mercados navideños y allí venderlas como novedades.
Llevadas a los hogares y colgadas en las puertas de las casas como motivos de original decoración, las burbujas de colores no tardaron en adquirir propiedades mágicas, las cuales aumentaron su prestigio y las ventas. Se les dio el nombre de "Bolas Espirituales", y se adujo que el mal de ojo no tenía acceso allí donde se las exhibía. Se explicó que su especial valor residía en su "reflexión circular" que hacía que el mal de ojo se viese reflejado en ellas cuando intentaba introducirse en las casas, lo cual le resultaba intolerable. Con posterioridad este recurso se utilizó en muy variados contextos. (Los bronces muy lustrados que se les colgaba a los caballos de trabajo eran discos chatos que obedecían a la necesidad de protegerlos contra este flagelo.)
Las primeras bombitas de colores resultaban demasiado grandes y pesadas para colgar de los árboles de Navidad, pero muy pronto los sopladores, que no tardaron en percatarse de las ventajas que ofrecía este nuevo y redituable adorno, comenzaron a fabricar bombitas más pequeñas con dispositivos para adherirlas a las ramas del árbol. Luego, en 1863, llegó el gas y la posibilidad de controlar las llamas, y con su advenimiento los artesanos bohemios crearon pequeñas bolas de vidrio, de paredes muy delgadas, y allí nació la moderna bombita del árbol de Navidad. Alrededor de 1870 las fábricas de vidrio de Bohemia trabajaban incansablemente exportándolas al resto del mundo. Lo que nació como juego de borrachos acabó como importante industria navideña.
Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

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