29/12/17

REGRESANDO AL CUARTEL

El Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martin" regresando al cuartel de Palermo luego de la formacion por el 25 de mayo en la Catedral Metropolitana.

Carlos Ravazzani.-

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PATO

Fotografía tomada en el predio Rural de Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día 29 de julio a las 1452hs.

"De los opuestos confines
de la Pampa, uno tras otro,
sobre el indómito potro
que vuelca y bate las crines,
abandonando fortines,
estancias, ranchos, mujer,
vienen mil gauchos a ver
si en otro pago distante,
hay quien se ponga delante
cuando se grita: ¡A vencer!.

Sobre el inmenso escenario
vanse formando en dos alas,
y el sol reluce en las galas
de cada bando contrario;
puéblase el aire del vario
rumor que en torno desata
la brillante cabalgata
que hace sonar, de luz llenas,
las espuelas nazarenas
y las virolas de plata.

De entre ellos el más anciano
divide el campo después,
señalando de través
larga huella por el llano;
y alzando luego en su mano
una pelota de cuero
con dos manijas, certero
la arroja al aire, gritando:
"-¡Vuela el pato !... ¡Va buscando
un valiente verdadero!"

Y cada bando a correr
suelta el potro vigoroso,
y aquel sale victorioso
que logra asirlo al caer.
Puesto el que supo vencer
en medio, la turba calla,
y a ambos lados de la valla
de nuevo parten el llano,
esperando del anciano
la alta señal de batalla."
Etanislao del Campo.

Carlos Ravazzani.-

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28/12/17

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DEL EJERCITO POR RELEVO JEFE GRANADEROS

CAMBIO DE MANDO EN LOS REGIMIENTOS HISTÓRICOS
Durante el mes de diciembre, se produjeron los relevos de las autoridades de los regimientos de Infantería 1 “Patricios”, Artillería 1 “Brigadier Iriarte” y de Granaderos a Caballo “General San Martín”.

El 14 de diciembre, en las instalaciones del Regimiento de Artillería 1 en Campo de Mayo, el segundo jefe saliente, teniente coronel Gastón Carlos Correa, expresó su agradecimiento a todo el personal que se desempeñó bajo su mando. Asimismo, le tomó juramento a su relevo, el mayor Damián Leonardo D’Angelo, a quien además reconoció con la Orden Militar de los Voluntarios Patriotas de la Unión en el grado de Gran Cruz.
La ceremonia fue presidida por el jefe del regimiento, coronel Sergio Maldonado, y contó con la presencia del comandante de la Guarnición Militar “Buenos Aires”, general de brigada José Antonio Saumell Robert; el presidente de la Comisión del Arma de Artillería, y el director del Colegio Militar de la Nación, entre otros.
Días más tarde, el 19 de diciembre, hizo entrega del mando, el coronel Maldonado, quien fuera durante los últimos dos años jefe del Regimiento de Artillería 1. Asumió en su lugar, el coronel Sebastián Ignacio Ibáñez.
En esta ocasión, el general de brigada Saumell Robert presidió la ceremonia acompañado por el subjefe del Estado Mayor del Ejército, general de división Santiago Julio Ferreyra. Entre las autoridades, se encontraban presentes otros generales en actividad y situación de retiro, invitados especiales y familiares.
El 20 de diciembre, asumió la jefatura del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”, en reemplazo del coronel Oscar Santiago Zarich, el teniente coronel Héctor Darío Ochoa. En la oportunidad, el general de brigada Saumell Robert le tomó juramento de fidelidad y respeto a la Constitución Nacional.
Cabe destacar que antes de que finalizara el acto, el jefe del Ejército, teniente general Diego Luis Suñer, felicitó a coronel Zarich por su desempeño e hizo lo propio con el teniente coronel Ochoa por haber sido seleccionado para el cargo.
Por último, el 22 de diciembre, se realizó en las instalaciones del Regimiento de Granaderos a Caballo una ceremonia también presidida por el titular de la Fuerza, acompañado por el general de división Santiago Julio Ferreyra y el general de brigada José Antonio Saumell Robert. En esta oportunidad, se llevó a cabo el relevo del jefe del Regimiento, coronel Oscar Roberto Armanelli, y asumió en su lugar el teniente coronel José María Protti.

PUBLICACIÓN EN EL TRIBUNO DE SALTA

El viernes, Protti fue nombrado en el nuevo cargo.
El teniente coronel José María Protti asumió el viernes como jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo, la emblemática unidad creada por el general José de San Martín y que fue la base del Ejército de los Andes.
Protti, que será ascendido a coronel el 31 de diciembre, es salteño, de Metán, acredita una vasta trayectoria que incluye la jefatura del 5§ de Caballería Los Infernales de Gemes.
Además, cumplió servicios en unidades del país y en el exterior, tales como Batallón Ejército Argentino 1 en la ex República de Yugoslavia.
Realizó el curso avanzado de blindados en Fort Knox (Estados Unidos) y el del Batallón de Tanques 3-69 de la Tercera División de Infantería Mecanizada del Ejército de los Estados Unidos. Se desempeñó en la Fuerza de Tarea Argentina en Chipre.

La carrera
El teniente coronel Protti es graduado de la Escuela Superior de Guerra Argentina y en la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos. Tiene estudios superiores como oficial de Estado Mayor del Ejército Argentino y el de los Estados Unidos.

También es licenciado en Estrategia y Organización, magister en Relaciones Internacionales de la Universidad de Webster, Estados Unidos, y doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Católica Argentina.

El glorioso regimiento
Actualmente, los granaderos son escolta del Presidente de la Nación y responsables de la seguridad en Casa de Gobierno y en la Residencia Presidencial de Olivos, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El uniforme de granaderos de San Martín es uno de los símbolos más reconocidos de la nacionalidad argentina.
El regimiento tiene un rol central en el ceremonial de Estado, escoltando al Presidente del país en actos oficiales y a dignatarios extranjeros que realizan visitas oficiales a nuestro territorio.

El honor
Los granaderos actuales saben a la vez llevar con honor el uniforme que evoca glorias pasadas como también están altamente adiestrados para cumplir misiones militares en la actualidad, como quedó demostrado en la guerra del Atlántico Sur, manteniendo la misma línea de profesionalismo y devoción al deber que les inculcara el general San Martín.

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JUNTO A HOSTIL

Suboficial del Regimiento de Granaderos a Caballo junto a Hostil minutos antes del comienzo del desfile el pasado 27 de mayo sobre Avenida del Libertador.

Carlos Ravazzani.-

MIAMI

Fotografia tomada en Port of Miami, Biscayane Bay, Miami, Florida el dia 25 de noviembre a las 1351hs

"Estoy perdido en Miami
bajo el terrible cielo del caribe
soy como una sombra de mi mismo
celebrando la caída del imperio
un lugar donde acampar, en este infierno
gente flotando en el mar de la vergüenza
como astronautas de T.V en el espacio
Dios está mirándonos a todos
nadar hacia la boca del enemigo
aún los escuchamos cantar, en este infierno.
Estas saliendo del ghetto
como cuando se sale de la tumba
ser el peón del ajedrez capitalista
es ser la víctima perfecta de este juego
hombre rezando a un Dios que no lo escucha
la última moda suena en la radio
el sol, se pone sobre el horizonte
¿cuál será el color de la bandera?
no existe vida espiritual, en este infierno.".
L.F.C.

Carlos Ravazzani.-

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27/12/17

AYUDANTE

Oficial Ayudante del Jefe del Regimiento de Granaderos formado en el Campo de Polo con motivo del día del Arma de Caballería.

Carlos Ravazzani.-

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AMANECER EN EL MAR

Fotografia tomada en Cocoa Beach, Florida el dia 27 de noviembre a las 0727hs.

"-¿Sabe que es linda la mar?
¡La viera de mañanita
cuando agatas la puntita
del sol comienza a asomar!

Usté ve venir a esa hora
roncando la marejada,
y ve en la espuma encrespada
las colores de la aurora.

A veces, con viento en la anca
y con la vela al solsito,
se ve cruzar un barquito
como una paloma blanca.

Otras, usté ve, patente,
venir boyando un islote,
y es que trai a un camalote
cabrestiando la corriente.

Y con un campo quebrao
bien se puede comparar,
cuando el lomo empieza a hinchar
el río medio alterao.

Las olas chicas, cansadas,
a la playa agatas vienen,
y allí en lamber se entretienen
las arenitas labradas.

Es lindo ver en los ratos
en que la mar ha bajao,
cair volando al desplayao
gaviotas, garzas y patos.

Y en las toscas, es divino,
mirar las olas quebrarse,
como al fin viene a estrellarse
el hombre con su destino.

Y no sé que da el mirar
cuando barrosa y bramando,
sierras de agua viene alzando
embravecida la mar.

Parece que el Dios del cielo
se amostrase retobao,
al mirar tanto pecao
como se ve en este suelo.

Y es cosa de bendecir
cuando el Señor la serena,
sobre ancha cama de arena
obligándola a dormir.

Y es muy lindo ver nadando
a flor de agua algún pescao:
van, como plata, cuñao,
las escamas relumbrando."
Estanislao del Campo.

Carlos Ravazzani.-

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26/12/17

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE CORACEROS POR NAVIDAD

Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.

Reflexiones y deseos del capellán mayor del Ejército, presbítero Oscar Naef, para las festividades de fin de año.
Queridos soldados del Ejército de mi Patria, quiero invitarlos a reflexionar en estos días sobre un acontecimiento que muchas veces pasa como fecha rutinaria en nuestras agendas. Me refiero a la santa fiesta cristiana del Nacimiento de Jesucristo en el seno de la Sagrada Familia de Belén.
Belén de Judá es el sitio donde la luz que viene de la eternidad divide para siempre la noche del antiguo pecado del nuevo día de la salvación. Es en la Navidad cuando la aurora del día del Señor hace presente en la historia el designio cantado desde el cielo: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".
Cada año, la imagen santa del pesebre nos moviliza espiritualmente recordándonos que la historia no comienza ni termina con nuestros esfuerzos personales, sino que su centro y sentido es el niño Jesús, el hijo de Dios.
Una vez más, abracemos la fiesta del nacimiento de nuestro salvador como fuente de fe y esperanza, deseándonos mutuamente la paz y pidiendo prosperidad para alcanzar una vida plena y santa en una patria renovada a la luz del Evangelio que la vio nacer.
Al coronar con la Navidad el presente año, alabemos a Dios con nuestras vidas permitiendo que el Señor destierre nuestro "corazón de piedra" y arraigue allí un "corazón de carne", que haga cantar a los ángeles también de nosotros como lo hicieron del niño de Belén: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".

¡FELIZ NAVIDAD!

EL DIA QUE LA NAVIDAD FRENÓ UNA GUERRA

En diciembre de 1914 se acercaba un frío día de Navidad, y las tropas británicas y alemanas se enfrentaban a través de un angosto trecho de suelo europeo. Las condiciones imperantes en ambas trincheras eran espantosas, el tronar de los cañones incesante y el ruido ensordecedor. La oficialidad británica había tomado escasas previsiones para celebrar la Navidad. Tenían órdenes de tratar esa jornada como cualquier otra, y seguir peleando, y lo poco y bueno que pudieron hacer sus cansadas tropas fue recoger unos restos de ramas de acebo como patético recordatorio de las festividades que con seguridad tendrían lugar en sus lejanos hogares.
Los alemanes estaban mucho mejor organizados. Para elevar la moral de sus tropas habían hecho enviar canastas con comida y árboles de Navidad a las líneas del frente con la intención de estimularlos a pelear mejor, pero esta bien planeada estrategia tuvo precisamente un efecto contrario. En lugar de aumentar la agresiva lealtad de los soldados el gesto detuvo por completo las hostilidades.
La verdad es que el común de los soldados alemanes no odiaban a sus pares ingleses ni viceversa, y si procuraban matarse unos a otros, era pura y exclusivamente para satisfacer la arrogancia y sed de sangre de sus autridades. El espectáculo de todos esos arbolitos afectó muy hondo a los sentimentales alemanes. La víspera de Navidad los decoraron como mejor pudieron para exhibirlos en los parapetos de sus trincheras. Luego, a medianoche, dejaron de disparar sus armas y comenzaron a cantar villancicos, y algunos hasta consiguieron instrumentos musicales para acompañarse.
Las congeladas tropas británicas, escondidas en sus trincheras, sintieron alarma y desconcierto ante el repentino y extraño silencio, seguido por los acordes de Stille Nacht, y al asomarse comprobaron asombrados que los soldados alemanes habían emergido de sus escondites, y ocupaban en actitud pasiva la tierra de nadie. Con temor nervioso los ingleses se les unieron, y tuvo lugar una improvisada tregua.
Los villancicos continuaron durante toda la noche, los enemigos cantando juntos, y a medida que pasaron las horas tuvo lugar un extraordinario intercambio de regalos. Los ingleses ofrecieron cigarrillos y budín de ciruelas. Enemigos mortales se estrecharon las manos e incluso se abrazaron, mostrándose fotografías de sus respectivas familias, y durante un breve interludio la idea de matar se borró de sus mentes.
A la mañana siguiente, día de Navidad, desde las trincheras alemanas se escucharon gritos de "Feliz Navidad, Tommy" ("Tommy", nombre por el cual se conoce al soldado inglés). Luego ocurrió algo insólito. Poniéndose de acuerdo sobre un punto intermedio entre ambas posiciones, ingleses y alemanes protagonizaron lo que debe ser el más raro partido de fútbol en la historia de ese deporte.
En cierto momento del día un soldado alemán disparó su arma accidentalmente, y de inmediato envió una carta pidiendo disculpas a los ingleses.
Es de lamentar que la mágica navideña no tuviera proyección. Las autoridades arrogantes, furiosas ante ese inesperado brote de paz, emitieron órdenes en el sentido de que en el futuro, la penalidad por fraternizar con el enemigo sería la muerte, y dado que la perspectiva de morir por una bala casera era mayor a la de sucumbir al fuego enemigo, los jóvenes regresaron a sus trincheras y a la macabra tarea de despedazarse mutuamente.
Se dice que en algunos lugares del frente la tregua informal llegó a durar tanto como un par de días, una semana, y en cierto sector seis semanas, pero lo cierto es que la mayoría de las tropas sólo dejaron de disparar sus armas durante el breve período del día de Navidad mismo.
No obstante habla de manera elocuente de la profundidad del sentimiento que entraña la Navidad el hecho de haber logrado, aun por unas pocas horas, detener la locura humana de la guerra.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

NUESTRO PRIMER ARBOLITO

Sabido es que el árbol es una tradición del Norte de Europa y que poco tiene que ver con lo Cristiano y español. En la vieja Buenos Aires, la Navidad se esperó siempre con un retablo o un pesebre, hasta que un 24 de Diciembre de 1828, se iluminó una casa en el Barrio del Alto (De la Plaza de Mayo al Sudeste) que alarmó a los vecinos. Era un pequeño abedul con decenas de velitas encendidas entre sus ramas que parecían estrellas. De este pendían Juguetes, muñecas, cornetas, soldaditos, cañoncitos y tambores reflejando los colores del arco iris. Debajo, montañas de caramelos, chocolates, mazapanes y turrones. Sentado al lado del pino, oculto el rostro en largas barbas y envuelto en una capa roja, el primer Papa Noél del Plata: un inglés.
Mister Miguel Himes, conocido luego como El inglés del arbolito, llegó a Buenos Aires en 1807, durante la segunda invasión Inglesa. Luchando contra los Criollos cayó herido en la actual calle Bartolomé Mitre (Antes de la Piedad) en la puerta de la familia Terreda, que no solo lo curó sino que lo retuvo hasta que las tropas inglesas se marcharon. Se dice también, que este era hijo natural de Jorge de Inglaterra luego Jorge IV, rey de la Gran Bretaña. Miguel Himes, debido a que Jorge no tuvo otro hijo legitimo, hubiera sido el heredero al trono de no haber, a los 18 años, arrojado al Támesis el anillo real y los papeles que probaban su origen, embarcándose al Plata, quizás solo para encender, veintiún años después, aquel arbolito que nos cambiaría la tradición para siempre...

Fuente: "La Pequeña Aldea. Vida cotidiana en Buenos Aires 1800-1860", Fabian Uccello, Ed. Eudeba, Buenos Aires 1999.

PORQUE SE CONSIDERA DE MALA SUERTE DEJAR LOS ADORNOS DE NAVIDAD COLGADOS DESPUES DE LA DUODECIMA NOCHE

Tiempo atrás se creía firmemente que el dejar en exhibición las decoraciones navideñas después de la duodécima noche ocasionaba desastres; se esgrimían dos razones.
Para comprenderlas es importante recordar que en aquellos días todas las decoraciones eran de algún tipo de verdor natural, y que se las colocaba dentro de las casas para suministrar a los espíritus arbóreos un seguro refugio durante los crueles días de invierno. Acabado este período, coincidente con las festividades navideñas, se hacía necesario sacar afuera las plantas para liberar a los espíritus y así reintegrarlos a su medio natural. El no hacerlo significaba que la vegetación no podría reanudar su ciclo de crecimiento a medida que el invierno se alejaba, lo cual podía acarrear un desastre agrícola.
La segunda razón está relacionada con lo que sucedería dentro de la casa de quedar allí expuestas las decoraciones. Pese a su tremenda gratitud por la protección acordada dentro del verdor navideño los espíritus arbóreos estaban ansiosos por regresar a su hábitat natural no bien cesaba el invierno, y de ser obligados a permanecer entre paredes, a medida que los días se alargaban y el tiempo mejoraba, se tornarían dañinos y con el tiempo abiertamente hostiles, provocando estragos en la casa hasta tanto lograr su liberación.
Con el paso del tiempo el período navideño se acortó en todo un mes para quedar en doce días; para terminar con el clima festivo también se adelantó en un mes la costumbre de retirar los adornos y sacar afuera las plantas. Esto significó que los espíritus arbóreos gozaban de un muy breve alivio de los rigores del invierno, pero ya la razón original de decorar la casa con ramas verdes empezaba a caer en el olvido. Otro ritual pagano de adoración de la naturaleza iba camino a transformarse en poco más que una costumbre popular, una "vieja tradición", obedecida pero no comprendida.
Hoy todavía a la gente le sigue inquietando eso de dejar en exhibición las decoraciones navideñas después de la Duodécima Noche, pese a que lo que más está a la vista son tarjetas navideñas producidas comercialmente. La superstición persiste, pese a que los espíritus arbóreos han sido enterrados por el olvido y carecen de significación.
¿Será en verdad así? Conviene recordar que miles de árboles son derribados para hacer el papel con que se confeccionan los millones de tarjetas de Navidad que enviamos cada año. Tal vez una manera moderna de apaciguar los espíritus arbóreos sería la de reciclar todo ese papel, para salvar así las vidas de tantos árboles al año siguiente.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

¿POR QUE ENVIAMOS TARJETAS DE NAVIDAD?

Porque Sir Henry Cole no pudo enfrentar la perspectiva de enviar cartas escritas de su puño y letra a su enorme círculo de parientes, amigos y conocidos cada Navidad.
Cole era un hombre atareado y enérgico que siempre encaraba nuevos planes y proyectos, el Museo de Victoria y Albert, el Real Colegio de Música, el Albert Hall y hasta los Baños Públicos fueron productos de su emprendimiento.
A comienzos de la década de 1840 Cole pidió a un miembro de la Real Academia de nombre John Horsley que le diseñara una tarjeta de Navidad. Horsley entregó el encargo en noviembre de 1843, y Cole mandó imprimir mil copias sobre una resistente cartulina por el procedimiento de litografía, y luego las hizo colorear a mano. Fueron vendidas en el número 12 de Old Bond Street en Londres, donde Cole publicaba libros ilustrados para niños, al precio de un chelín cada una, pero el proyecto fracasó pues el público no estaba aún preparado para este tipo de saludo navideño. Cierto sector puritano hasta lo halló de mal gusto.
Cole evidentemente se había adelantado a su tiempo, y cabe preguntarse cómo llegó a inventar algo que con posterioridad se tornaría inmensamente popular a escala mundial. ¿Qué influencias lo movieron a crear la primera tarjeta comercial navideña?
Ya existían tarjetas de salutación de otros tipos que pudieron haberle dado la idea. Tarjetas de Año Nuevo existían y eran moda desde el siglo XV en Europa, y en Inglaterra eran populares las tarjetas de San Valentín. También era común que a los escolares ingleses se les asignara al final del período de invierno la tarea de diseñar "piezas de Navidad" para sus padres. Estas consistían en hojas de papel cuyos bordes estaban adornados con motivos estacionales, dentro de las cuales debían redactar en su mejor caligrafía un mensaje de amor navideño.
Otro importante ingrediente sumó su influencia. En el año 1840 el costo de despachar correspondencia sufrió una drástica revisión. Con anterioridad enviar una pequeña carta costaba cuatro peniques, suma importante en aquel tiempo, pero la dramática reforma introdujo la estampilla postal y el franqueo se redujo a un penique, lo cual tomó financieramente viable el envío de grandes cantidades de tarjetas navideñas. ¿Quién fue el activo secretario de la comisión que promovió la reforma postal? ¡Pues quién sino el mismísimo "padre de la tarjeta de Navidad", Henry Cole!
Pese al fracaso de su proyecto inicial, otros seguirían eventualmente el ejemplo de Cole. Alrededor de 1860 se descubrió un nuevo método para imprimir en colores, que permitió reducir el precio de las tarjetas. Luego, en 1870, se innovaron una vez más las tarifas postales al introducirse una nueva estampilla de medio penique para cubrir el franqueo de tarjetas, lo cual motivó un verdadero diluvio de cartones navideños, muchos de ellos sensiblemente mejorados en su diseño y elaboración. Se hicieron tan populares y generaron tanto placer que, inevitablemente, algunos Scrooges* (Malvado personaje de los Cuentos de Navidad de Charles Dickens) navideños hicieron oír sus protestas. Una iracunda carta dirigida al diario The Times en 1877 las condenaba como un "mal social". Pero ya nada podía detenerlas, y hoy en día, solamente en Gran Bretaña, más de mil millones pasan por el correo cada diciembre.
A mediados del siglo XIX los Estados Unidos importaron algunas tarjetas inglesas, pero en 1875 descubrieron su propio "padre de la tarjeta navideña", un inmigrante alemán de nombre Louis Prang, experto litógrafo. Vivía en Boston, y pronto su negocio prosperó gracias a esta nueva moda.
Tal vez uno de los más sorprendentes rasgos de las primeras tarjetas sea la manera en que evitaban todo tipo de imaginería cristiana. La primera, diseñada por Cole, exhibía como motivo central a una alegre familia en evidente actitud de ingerir grandes cantidades de alcohol. Sus vasos repletos estaban alzados para brindar, y el mensaje escrito deseaba "Una alegre Navidad y un Feliz Año Nuevo para Ti". Este mensaje ha perdurado, y no es por accidente que la palabra "alegre" se ha convertido gradualmente en sinónimo de "intoxicado". (Algunos victorianos se enfurecieron por el hecho de que la familia de la tarjeta de Cole incluía a niños pequeños bebiendo alcohol.)
Además de celebrar los aspectos festivos de la Navidad mediante Papás Noel de generoso porte, enormes budines y tentadoras botellas de vino, las primeras tarjetas también mostraban una amplia gama de diversiones estacionales tales como juegos de salón, el espectáculo de títeres Punch & Judy, bailes, escenas de patinaje sobre hielo, hombrecitos de nieve, parejas compartiendo crackers y personas descolgando regalos del árbol.
Otras tarjetas victorianas mostraban paisajes nevados, muérdago, rosas, arreglos florales y, aunque parezca extraño, desnudos de niñas pequeñas que apenas habían alcanzado la pubertad. (Esto tiene que haberle resultado especialmente desagradable a quien diseñó la primera tarjeta de Navidad, John Horsley, quien alcanzó tal fama en su campaña contra los desnudos en el arte que se ganó el mote de "Horsley, el vestido".) Raramente se veían imágenes sagradas tales como escenas de la Natividad o a tres reyes siguiendo a una estrella.
El porqué de este prejuicio no deja de ser un misterio. Tal vez se juzgó a la tarjeta navideña demasiado trivial para ser portadora de mensajes religiosos, o acaso —como se hace cada vez más evidente a medida que se observa más de cerca la Navidad— el elemento cristiano nunca ha sido tan prominente como sería de desear.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE GRANADEROS POR ANIVERSARIO CREACIÓN BANDERA DE LOS ANDES

201° ANIVERSARIO DEL COMIENZO DE LA CREACIÓN DE LA BANDERA DE LOS ANDES

El Ejercito de los Andes necesitaba una bandera. Un dia como hoy, hace 201 años y a pedido del General San Martin, las damas Mendocinas según el relato de una de ellas, doña Laureana Ferrari de Olazabal, quien cuenta en una carta el episodio a su marido, el Coronel Manuel de Olazabal, oficial de la gloriosa expedición Libertadora en la siguiente forma;

“Contesto tu carta del 1º del corriente, que nos ha proporcionado la alegría de saber que estás bueno, así estamos nosotros, gracias a Dios, porque Anita se ha levantado, ya, continuando cada día mejor su salud. Pocas noticias puedo darte, por casa no hay novedad y no hemos salido a causa de la enferma, te diré que el Señor Pedernera está muy bien y hacen cuatro días
se levanta.
Tantas veces he repetido en nuestro hogar los acontecimientos relacionados con la bandera de San Martín, que al principio he creído que tu pedido de que te los relate nuevamente fuera una broma, pues más de una me has dado con este motivo, pero me resuelvo a creer que lo pides seriamente en esto de que manifiestas desearlos para tus memorias de la Guerra de la Independencia.
Empezaré por recordarte aquella comida de Navidad de 1816, rodeaban nuestra mesa San Martín en una cabecera, en la otra mi padre, hacia la derecha de que estábamos Remedios Escalada, Las Heras, Dolorcita Prats de Huisi, Mariano Necochea, yo, tú, Merceditas Álvarez, José Melian y Margarita Corvalán; hacia la derecha de San Martín mi tío, Leonor, Manuel Escalada, Merceditas Zapata, mi hermano Joaquín, Elcira Anzorena, Matías Zapiola, Carmen Zuluaga, Miguel Soler y tu hermana Pepa, al terminar la comida y brindar por los presentes y por nuestra patria, San Martín manifestó deseos de que se confeccionara una bandera para su ejército. Inmediatamente Dolorcita Prats, Margarita Corvalán y Merceditas Álvarez y yo nos comprometimos a proporcionarla gustosas; desde el día siguiente con Dolorcita Prats que estaba parando en casa, nos dedicamos a buscar seda apropiada para la obra, pero desde luego dimos con el inconveniente de no encontrar el color adecuado; en una tienda de la calle Mayor hallamos una seda que mostramos a San Martín pero le pareció demasiado azul, tampoco encontramos seda de bordar color carne, para las manos del escudo, así pasaron los días recorriendo las tiendas de Mendoza sin encontrar ni una ni otra cosa, y San Martín quería que para el día de Reyes, el Ejército tuviera su bandera, por fin llegó el día 30 de tu cumpleaños, la noche antes habíamos convenido con Dolorcitas, Merceditas y Margarita que habían ido a pasar unos días en casa, para bordar el escudo, que la mañana siguiente nos levantaríamos temprano para recorrer nuevamente las tiendas y adquirir el género para la enseña y algún recuerdo para tía, pero llegaron las ocho de la mañana y mis amigas dormían con tanto gusto que daba pena despertarlas, en eso llegó Remedios Escalada a quien impuse de lo que ocurría, de modo que sin esperar más nos salimos a recorrer los comercios; ya desesperábamos de encontrar la tela cuando fuimos a parar a una callejuela que llamaban del Cariño Botado, allí había una tiendita tan pobre que íbamos a pasar de largo en la seguridad de que no tuvieran lo que buscábamos pero salió el tendero y nos ofreció con tanto afán sus mercancías que nos dio lástima y convinimos entrar y comprarle alguna cosa, ¡Cuál no sería nuestra alegría cuando al observar las pocas piezas de tela que había encontramos una justamente, color de cielo como deseaba San Martín, desgraciadamente quedaba muy poca cantidad y no era de seda sino simple sarga pero tan lustrosa que presentaba un bonito aspecto!
Naturalmente la adquirimos enseguida junto con la tela blanca de igual clase o muy parecida y volamos a casa con nuestro hallazgo, participando a nuestras amigas.
Inmediatamente Remedios se puso a coser la bandera, mientras nosotras preparábamos las sedas y demás menesteres para bordar; de los dos de mis abanicos sacamos gran cantidad de lentejuelas de oro, de una roseta de diamantes de mamá sacamos varios de ellos con engarce para adornar el óvalo y el sol del escudo al que pusimos varias perlas del collar de Remedios.
En cuanto estuvo hecha la bandera, dirigidas por Dolorcitas Prats, nos pusimos a bordar; la primer dificultad fue dibujar el óvalo del escudo, no sabíamos como hacerlo, cuando Dolorcitas que para todo tenía ingenio, tomó una bandeja de plata que había en el comedor y pasando un lápiz contra los bordes quedó marcado el óvalo deseado en la bandera, otra idea de
Dolorcitas fue poner en agua hirviendo con legía unas cuantas madejas de seda roja que había para bordar el gorro frigio, de esa manera perdió la seda el color de tal modo, que vino a quedar del rosa más o menos deseado para bordar las manos.
Como recordarán, celebrando tu día hubo invitados en nuestra mesa esa noche y aprovechando la presencia de San Martín le prometimos tener listo el estandarte para el 5 de Enero próximo, y así fue; trabajamos sin darnos punto de reposo y la misma Remedios nos ayudó bordando muchas de las hojas de laurel que rodean el escudo, por fin, a las dos de la mañana del 5 de Enero de 1817, Remedios Escalada de San Martín Dolores Prats de Huisi, Margarita Corvalán, Mercedes Alvarez y yo estábamos arrodilladas ante el crucifijo de nuestro oratorio, dando gracias a Dios por haber terminado nuestra obra y pidiéndole bendijera aquella enseña de nuestra patria, para que siempre la acompañara la victoria; y tu sabes bien que Dios oyó nuestro ruego.
Estos son, pues, todos los acontecimientos que deseas te recuerde y como un detalle te diré que el dibujo de las manos lo hizo en el escudo tu cuñado Miguel Soler y que por mi parte trasnoché tanto que el día me tomó enferma por lo que con gran pena, no pude presenciar la jura, pero de esta ceremonia tú estarás mejor enterado que yo.
Respecto a los datos que se refieren a Dolorcitas Prats te diré que era Chilena, de Valparaíso, había nacido en 1788, su esposo, el Señor Huisi era un rico hacendado de Talcahuano y murió durante la reconquista española de 1814 perdiendo sus bienes casi por completo, de modo que ese mismo año (1814) Dolorcitas llegó a Mendoza, mi padre que había conocido al Señor Huisi, tuvo el mejor gusto en ofrecer nuestra casa a la Señora viuda, lo que ella aceptó con reconocimiento, pasaron los años y más o menos el año 1819 volvió a Chile y no volvimos a saber de ella. Era una señora muy buena moza, muy instruida y bondadosa, su semblante expresaba siempre una profunda tristeza y su corazón no marchaba muy bien, no obstante le gustaba andar a caballo lo que hacía a la perfección.
En la próxima te daré algunos otros detalles que pueden ser de utilidad para tus memorias.
Recibe la bendición de tus hijas y el cariñoso abrazo de tu amante esposa.”

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE GRANADEROS POR NAVIDAD

¡FELIZ NAVIDAD!
Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
Tengamos especialmente presente en esta Navidad a la tripulación del Submarino A.R.A. “San Juan” y a sus familiares
Que Nuestra Señora del Carmen de Cuyo y Nuestra Señora Stella Maris los acompañe e ilumine.
Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes.

En vísperas de la Noche Buena, cada miembro del pueblo cristiano se prepara interiormente para recibir al niño Jesús, esperanza y redención de la humanidad.
Para el Ejército Argentino, la fe en Dios constituye un sólido pilar, que lo ha sostenido espiritualmente desde su creación.
En cada Navidad, debemos, más que nunca, hacer verbo los valores que conforman la esencia del cristiano: humildad, solidaridad y sencillez.
Son valores que se identifican también con las virtudes que cultivamos como soldados, siempre en el marco de la moral, la justicia y la verdad.

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE GRANADEROS POR BRINDIS PRESIDENTE

JUNTO AL PRESIDENTE DE LA NACIÓN 
En vísperas de estas fiestas, el Sr. Presidente de la Nación Ing. Mauricio Macri junto a la Primera Dama hicieron un alto en su agenda y compartieron un brindis con los miembros del Escuadrón Chacabuco del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”
¡Gracias Sr Presidente por tenernos presente y compartir la tarde con nosotros!

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PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE GRANADEROS POR CAMBIO DE JEFE EN GRANADEROS

CAMBIO DE JEFE EN GRANADEROS
En la jornada de hoy despedimos al Coronel Oscar Armanelli luego de dos años en su cargo y recibimos al Teniente Coronel José Maria Protti el cual a partir de hoy será nuestro nuevo Jefe.
Agradecemos al Coronel Armanelli por su labor, ejemplo y sacrificio durante estos dos años y le deseamos mucho éxito en su nuevo destino.
Asimismo le damos la bienvendia a nuestro nuevo Jefe deseandole lo mejor para esta nueva etapa junto a nosotros.

MÚSICO DE LA FANFARRIA

Músico de la Fanfarria Militar "Alto Perú" del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín" durante una formación.

Carlos Ravazzani.-

CUBIERTA

Fotografía tomada en el Queen Mery, Queens Hwy, Long Beach, California el día 24 de octubre a las 1429hs

"Around the word, I've searched for you
I traveled on when hope was gone
To keep a rendezvous
I know somewhere, sometime, somehow
You'd look at me
And I would see the smile you're smiling now

It might have been in Country Down
Or in New York
In Gay Paree or even London Town
No more will I go all around the world
For I have found my world in you ...."
Harold Adamson y Victor Young

Carlos Ravazzani.-

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22/12/17

HERRANDO

Miembros del Escuadrón Montevideo del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín" realizando trabajos de herraje instantes antes del desfile Militar el pasado 27 de mayo.

Carlos Ravazzani.-

ENSEÑA PATRIA

Fotografía tomada en el predio Rural de Palermo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día 29 de julio a las 1422hs.

"La noble raíz del canto
para nombrar a la Patria
que nadie lastime su nombre
ni derrame su savia.

En cada rincón del aire,
en cada esquina del alma
se puede decir "es la gloria
para toda las razas!".

Bajo el cielo azul y blanco
nació para el vuelo su bandera
y con un grito en el viento
su independencia flamea.

Hondean en los trigales
con sus heroicas hazañas
los hijos que le dieron todo
de su sangre a la Patria.

Un río de coplas corre
adentro de las guitarras
hay surcos de paz en la tierra:
Argentina que canta."
Ernesto Cabeza y Jose Rios.

Carlos Ravazzani.-

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21/12/17

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DEL EJERCITO POR CEREMONIAS GRANADEROS

Ceremonias en el Regimiento de Granaderos a Caballo
En el histórico cuartel de Palermo, se produjeron una serie de eventos conmemorativos durante la jornada del 19 de diciembre.
Como primera actividad, se inauguró un nuevo cinerario de la capilla de la Unidad, que fuera autorizado por el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera. Esta celebración fue presidida por el jefe del Regimiento, coronel Oscar Armanelli, y el capellán, padre Sergio Vera.
Más tarde, se hizo presente en las instalaciones del cuartel el presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, Eduardo García Caffi, para entregar una condecoración al jefe del regimiento. En la ocasión, ambos se expresaron acerca del vínculo y las colaboraciones entre ambas instituciones en los últimos dos años.
Seguidamente, frente al monolito de la Unidad, el coronel Armanelli dio un breve discurso, y luego acompañados por los acordes de la Fanfarria Militar “Alto Perú”, los granaderos que participaron este año de la recreación del Cruce de los Andes descubrieron una placa alegórica al Bicentenario del mencionado hecho histórico.
También, se inauguró un monumento al sargento Cabral en el jardín histórico, presentado por el jefe de Unidad; su segundo jefe, teniente coronel Mariano Luccon, y el encargado de Elemento, suboficial mayor Edgardo Ríos. Finalmente, revelaron una placa con el nombre de los oficiales que revistaron durante el 2017 en el Regimiento.

POR QUE LA NAVIDAD DURA DOCE DIAS.

"El décimo día de Navidad mi amor sincero me envió
Doce caballeros saltando, once damas danzando,
diez gaiteros tocando, nueve tambores redoblando,
ocho mozas ordeñando, siete cisnes nadando,
seis gansos empollando, cinco anillos de oro,
cuatro pájaros negros, tres gallinas francesas,
dos tórtolas y
una perdiz en un peral."

Todos conocen estos versos, pero ¿por qué deben ser doce días? La respuesta es que según la tradición esa cantidad de días precisaron los Tres Reyes para dar con el paradero del Niño Jesús. Su arribo el duodécimo día dio lugar —muchos siglos después— a la creación de la Fiesta de la Epifanía. Celebrada primero en Francia, en tiempos medioevales, luego se difundió por el mundo entero.
Tiempo atrás el tiempo de Navidad duraba mucho más, pero tuvo lugar un movimiento para hacer que los labriegos regresaran a sus labores con mayor premura, y en consecuencia la etapa festiva fue acortada de modo de concluir la Duodécima Noche, el 6 de enero. El lunes inmediatamente posterior a la Epifanía se llamó el Lunes del Arado por ser el momento en que se esperaba a los labriegos de regreso en sus faenas.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

LA TRADICIÓN DE LOS VILLANCICOS

Hoy en día los villancicos tienden a ser tan santificados que olvidamos cómo eran anteriormente. En honor a la verdad, en su forma original se preocupaba mucho más por los placeres de la carne que por la "Noche Santa". Unas pocas líneas de un villancico navideño cantado en 1642 nos dará una idea de lo que tenían en mente los cantores de aquella época:
Las dos primeras líneas dicen: "Venid muchachos locos, animaos pues ya está aquí la Navidad", y prosigue: "Comamos y bebamos libremente pues nada debemos pagar", y termina con: "dejad vuestros remilgos y atacad los pastelitos * (Juego de palabras en torno a la palabra mince que significa tanto "andar afectadamente" como "desmenuzar o picar la carne" pastelitos de
carne picada); seguid mi consejo y dejaos guiar por los sabios".
Conviene recordar estas palabras para refutar a quien se queje del modo en que la naturaleza sagrada de la Navidad ha sido mancillada por la codicia moderna. Nada de moderno tiene la obsesión navideña de pasarlo bien, pero ¿cómo comenzaron los villancicos?
Los más tempranos villancicos navideños ingleses datan del siglo XIII, eran originalmente franceses, y se cantaban como parte de una danza en ronda. En aquellos tiempos la música religiosa era muy solemne y en gran medida limitada a los monasterios, y como consecuencia las iglesias pequeñas carecían de música sacra para acompañar sus oficios pues la gente era mayormente analfabeta e incapaz de leer música, de modo que los villancicos proporcionaban una alegre alternativa para el pueblo en general.
Por desgracia las representaciones se desmandaron e incomodaron al clero; tomaron la forma de piezas teatrales en lugar de ceñirse a la simple expresión vocal. Se recrearon escenas de la natividad dentro de las iglesias que adquirieron excesiva realidad, como por ejemplo aquellas en que María hacía su festiva aparición montada sobre el lomo de un burro.
Las representaciones que acompañaban los cantos se hicieron demasiado realistas, y alarmaron al clero con la intromisión de tanta diversión en las casas sagradas. Cuando los cantores agregaron baile a los cantos, se decretó la prohibición de los villancicos dentro de las iglesias, calificándolos de "diabólicos".
Prohibido el ingreso a las casas sagradas, los cantores de villancicos debieron ambular por pueblos y ciudades cantando para la gente común, que amaba esas canciones. Esa costumbre se mantiene y explica por qué hoy en día recibimos las tradicionales visitas, casa por casa, durante las semanas anteriores a la Navidad.
Hoy los villancicos han quedado desligados de los bailes y las licenciosas representaciones de antaño, y se han convertido en algo tan respetable que la mayoría de las catedrales e iglesias organizan conciertos de villancicos, permitiendo así el retorno de una antigua tradición que en un tiempo fue condenada como obra del demonio.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DEL OBISPADO CASTRENSE POR VIRGEN DE FATIMA

MISA Y PROCESIÓN POR EL CENTENARIO DE LA VIRGEN DE FÁTIMA
El viernes 13 de octubre tuvo lugar la celebración de una Misa en la Capilla del monasterio de la orden de las Carmelitas Descalzas, en el barrio porteño de Belgrano, para conmemorar el centenario de las apariciones de la Virgen de Fátima.
La celebración estuvo presidida por Monseñor Pedro Candia, y al comienzo de la ceremonia, la Virgen ingresó a la Capilla acompañada por una sección de Granaderos y por la música ejecuta por la Fanfarria Militar “Alto Perú”.
Previamente a la Misa, se llevó a cabo una procesión durante la cual la imagen de la Virgen y sus escoltas, junto a la comunidad parroquial, recorrieron el barrio.

PUBLICACIÓN EN LA PÁGINA DE LA COMISIÓN DEL ARMA POR ALMUERZO DE CAMARADERÍA

XXVI ALMUERZO DE CAMARADERÍA
El sábado 02 de septiembre se llevó a cabo, de acuerdo a lo previsto, el XXVI Almuerzo de Camaradería de la Caballería Argentina, en las instalaciones del Regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín”.

ANTES DEL DESFILE

Miembros del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martin" minutos antes del comienzo del desfile el pasado 27 de mayo sobre Avenida del Libertador.

Carlos Ravazzani.-

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EL PARANÁ

Fotografía tomada en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe el día 1 de julio 1600hs..

"Por el rio Paraná,
aguas arriba navego
El sol quema como fuego
en la siesta litoral.

Bordeando el camalotal:
pacu, surubí dorado
van navegando a mi lado
por el rio Paraná.

La canoa lenta va
hiriendo el pecho del río,
sauce triste, ceibo mío,
en sus orillas está.

Azul el jacarandá,
aromó sus ramas de oro,
derramando su tesoro,
sobre el río que se va.

El agua me ha de llevar;
nadie sabe hasta que puerto;
hay solo un destino cierto:
la pampa amarga del mar.

Viejo río Paraná:
aguas marrones y bravas
y en lo alto crestonadas
no terminan de silbar

Tristeza me da el ceibal,
sangrando sobre el verano:
si parecemos hermanos,
en el modo de llorar

Ya mi canción se me va,
aguas abajo del río,
mientras sigo mi destino
remontando el Paraná.

Rio arriba, rio va
contra la oscura corriente
agua y sol sobre mi frente
agua y sol del Paraná."
R. Brascó / Ariel Ramírez

Carlos Ravazzani.-

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20/12/17

INICIO DEL DESFILE

Trompa de Ordenes del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martin" dando inicio al Desfile Militar el pasado 27 de mayo sobre Avenida del Libertador.

Carlos Ravazzani.-

CARACOL

Fotografía tomada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 19 de octubre a las 1454hs.

"Aunque no es bueno el todo
si no lo son las partes,
y vale poco el cuerpo
en que cada individuo poco vale,
muchos que obras no estiman
si éstos las hacen juntos,
con respeto los miran al instante.

Un caracol terrestre,
al caer de la tarde,
salió a tomar el fresco,
y a un galápago vio que iba de viaje.

«No se apresure, hermano»,
le dijo por burlarse
del paso que llevaba,
añadiendo otras pullas bien picantes.

Diez galápagos juntos
topó más adelante,
que de un pequeño charco
pasaban a buscar otro más grande.

Y el caracol entonces
a cuadrilla tan grave
dejó libre el camino,
diciendo únicamente: «Ustedes pasen».

Al galápago solo
tuvo por despreciable,
pero a los diez unidos
tuvo como a personas de carácter."
Tomas de Iriarte

Carlos Ravazzani.-

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19/12/17

¿POR QUE PAPA NOEL LLEVA ESA VESTIMENTA?

Quizá resulte difícil creerlo, pero el moderno Papá Noel o Santa Claus debe su vestimenta no a una antigua leyenda o temprana mitología sino a la Coca-Cola Company, y a continuación presentamos evidencias concretas para avalar nuestra extraña afirmación:
Hace mucho tiempo Papá Noel era presentado luciendo los más variados atuendos, a veces verdes, púrpura, celeste, azul oscuro, marrón o rojo, y algunas ilustraciones lo mostraban como una figura multicolor vestido con, por ejemplo, pantalones azules, chaleco amarillo y chaqueta roja. En algunos casos sus vestiduras mostraban adornos de piel marrón, negra o blanca, y a veces se lo veía cubierto íntegramente de pieles o de cueros.
En la cabeza solía llevar una corona de muérdago, un sombrero de copa, un casquete, un gorro de dormir o una puntiaguda capucha. En algunas ocasiones se lo presentaba
luciendo una corona hecha de copas de vino o de botellas, y con frecuencia sus manos sostenían un generoso vaso de vino.
También era habitual mostrarlo fumando una pipa de arcilla.
Asimismo variaba el corte de sus ropas que podían ser un sacón largo con zapatos o pesadas botas negras. A veces, en su rol de Papá Noel, se asemejaba a un próspero borrachón, y en otras ocasiones, en su rol de San Nicolás, más parecía un airoso obispo. En otras palabras, tiempo atrás distaba de ser una figura uniforme, y aquí ni siquiera nos es de utilidad Clement Moore quien dijo simplemente:
"Vestía con pieles de pies a cabeza, con sus ropas manchadas de ceniza y hollín."
Más tarde, y con frecuencia, se lo mostraba ataviado con un confortable enterizo de piel, pero el siglo XIX no produjo un estilo dominante.
Todo esto cambió alrededor de 1930. La Coca-Cola decidió utilizar a Papá Noel en su campaña publicitaria invernal, y en 1931 contrató a un artista norteamericano de nombre Haddon Sundblom, y le encomendó la misión de recrear y precisar la figura del viejo caballero. La imagen de Sundblom inundó el mercado desde comienzos de la década del 30 a comienzos de la del 60, y se convirtió en la imagen del obsequiador navideño.
De la variedad de colores que engalanaban las ilustraciones anteriores, Sundblom escogió aquellos que hacían juego con los colores oficiales de la Coca-Cola —rojo y blanco— y para cuando concluyó su campaña ya nadie pensó en mostrar a Santa Claus o Papá Noel en otros colores que no fuesen esos.
Descartó la corona de muérdago, el sombrero de copa, la mitra obispal y la capucha puntiaguda, seleccionando en cambio un gorro de dormir suelto, rojo con ribetes blancos y un pompón de idéntico color en la punta.
En reemplazo del enterizo de piel o un largo sacón, diseñó una túnica que llegaba hasta los muslos, ajustada por un ancho cinturón negro, la cual, como el gorro, lucía ribetes de piel blanca. También rojos eran los pantalones, enfundados en pesadas botas negras.
Desaparecieron los vasos de vino y la pipa de arcilla, reemplazados.., por qué otra cosa sino por una inofensiva botella de Coca-Cola. El viejo borracho de la pipa se convirtió en personaje circunspecto, vestido con alegres colores disneyanos, que exudaba alegría y generosidad de tío dispendioso. En suma, un visitante navideño higienizado, estrictamente para niños, que barrió con todos sus antecesores. Por la vía del cine trascendió las costas norteamericanas para convertirse en imagen mundialmente reconocida.
En la Gran Bretaña actual la mayoría de los Santa Claus responden al diseño americano, pero aún se ve la vieja versión de largo gabán, en especial en el norte. Hemos adoptado los colores rojo y blanco, pero parecemos renuentes a hacerlo con el gorro de dormir americano, prefiriendo retener la capucha que se nos antoja más digna.
Puede llegar a escandalizar a algunas personas el pensar que un fenómeno tan moderno como la Coca-Cola ha llegado a influenciar algo tan tradicional como la Navidad, pero a través de su historia las campañas publicitarias de esta empresa siempre han captado expertamente la tónica del momento. En la década del 30, durante los años de la Depresión, deben de haberse percatado que la gente deseaba una imagen cálida y generosa, y eso se lo dieron con esta nueva y querendona figura de Santa Claus. Con la llegada de los alocados años 60 de pronto pareció estar fuera de foco y fue prestamente reemplazado por las estrellas pop del momento, pero ya la imagen de Papá Noel creada por la Coca-Cola estaba firmemente establecida y, según sus propias palabras, "los cuadros del Santa de Sundblom habían capturado los corazones de todos para convertirse en la aceptada representación del viejo y alegre duendecillo".

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

FANFARRIA

La Fanfarria Militar "Alto Perú" del Regimiento de Granaderos a Caballo "General San Martín" en el Club Hípico Argentino de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Gran Premio “Sol de Mayo” .

Carlos Ravazzani.-

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VIDA RETIRADA

Fotografía tomada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 30 de octubre a las 1755hs.

"¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido;
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera,
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.

¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento,
ando desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?

¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.

Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero."
Fray Luis de León.

Carlos Ravazzani.-

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18/12/17

¿POR QUE PAPA NOEL BAJA POR LA CHIMENEA?

A los niños suele decírseles que cuando Papá Noel (o Santa Claus) visita sus hogares, lo hace introduciéndose por la chimenea. Esta representa una curiosa manera de acceder a una casa, y se ha recurrido a algunas ideas ingeniosas para explicar tal proceder.
Algunas autoridades relacionan este ingresar por la chimenea con la primitiva adoración del fuego, pero no existe evidencia que soporte esta teoría. Otros lo atribuyen a una vieja costumbre según la cual se limpiaban las chimeneas el día de Año Nuevo para permitir el ingreso de la buena
suerte durante el resto del año. Tal costumbre puede haber existido, pero no hay nada —salvo la conjetura— que la vincule a Papá Noel o a Santa Claus.
Para comprender la verdadera explicación del ingreso por la chimenea es importante recordar su origen. Todas las referencias modernas remiten al famoso poema "Una visita de San Nicolás", escrito en 1822 por el estudioso norteamericano Clement Moore a sus seis hijos jóvenes. En este poema describe a San Nicolás llegando en un trineo tirado por renos y aterrizando en el techo de su casa. Salió al exterior para ver qué sucedía:
"Entonces, en un santiamén oí sobre el techo la danza de los pequeños cascos, y al volver mi cabeza para retirarme
Santa Claus, de un salto, bajó por la chimenea".
Moore había incursionado en el campo de la antropología, y estudiado una vasta cantidad de mitos y leyendas de Navidad antes de sentarse a escribir lo que suponía un simple y puramente imaginativo cuento para niños, cuando en realidad su poema representaba una viva amalgama de una variedad de antiguas tradiciones, y parece que el arribo por vía de la chimenea tiene su origen en Finlandia.
Una vez trasladada la ubicación de la escena de una moderna casa occidental a una primitiva vivienda lapona el elemento de la chimenea se hace obvio. Los antiguos lapones
vivían en pequeñas carpas, similares a un iglú, cubiertas por
pieles de renos, hundidas en la tierra de modo que apenas si la parte superior era visible. La entrada era un hueco en el techo, a la vez vía de escape para el humo de su fuego, lo cual hacía que puerta y chimenea fuesen una misma cosa. De esta manera si Papá Noel/Santa Claus ingresaba por la puerta automáticamente descendía por la chimenea.
El poema de Clement Moore contiene dos importantes claves. Cuando llega el visitante sus renos se oían en el techo, lo cual armoniza con el entorno lapón. Por otra parte entra de un solo salto; no baja la chimenea, se arroja por ella. Esto carecería de sentido tomando en cuenta las altas chimeneas de nuestras casas, pero resulta una descripción perfecta de una choza lapona cubierta por pieles.

En la foto: Antigua chimenea construíca por uno de los pioneros de Bariloche, Don Otto Meiling.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

PAPA NOEL Y SANTA CLAUS

PAPA NOEL
En la antigüedad los hombres temían el duro invierno. Significaba experimentar terribles sufrimientos, y ellos procuraban convencer a las fuerzas de la naturaleza que fuesen benévolas con ellos e hiciesen de ese invierno una estación benigna.
Los vikingos representaban esto, vistiendo a alguien para representar el "Invierno", y lo agasajaban de la mejor manera posible. Los británicos adoptaron esta costumbre, y al representante lo denominaban "Viejo Invierno", "Vieja Navidad" o "Viejo Padre Navidad". Se lo invitaba a participar de todas las festividades, y se le suministraba comida y bebida para mantenerlo de buen humor. Se confiaba en que estos actos simbólicos de alguna manera influenciasen en los elementos.
En esta temprana encarnación Padre Navidad (Papá Noel para nosotros) no era portador de regalos para los pequeños, ni se introducía en las casas bajando por la chimenea. Simplemente ambulaba de casa en casa, golpeaba a las puertas, visitaba a los moradores e ingería comida y bebida, para luego seguir su camino cada vez más alegre.
Mucho después se llegó a confundirlo con Santa Claus, y hoy son para nosotros uno y el mismo, pese a sus muy distintos orígenes.

SANTA CLAUS
Santa Claus comenzó su vida como Nicolás, un santo obispo de la vieja ciudad costera de Myra, en lo que es ahora el sudoeste de Turquía. Hoy podemos ver las ruinas de su iglesia más o menos a una milla del pequeño y moderno pueblo de Decore. Nació el 280 D.C. en la cercana ciudad de Patara, unas ochenta millas costa arriba, y murió el 6 de diciembre de 345 en Myra. Posteriormente su cuerpo fue trasladado a Bari, Italia, donde permanece hasta hoy, y donde cada año se realiza una gran fiesta en su honor.
Se sabe poco de su vida a excepción de una serie de cuentos legendarios, en algunos de los cuales aparece como despojándose de su riqueza para darla a los pobres. En una de esas leyendas se detiene en una posada cuyo dueño poseía la horrible costumbre de hacer escabeche con muchachitos que conservaba en toneles de salmuera, "salándolos como cerdo' para servir a sus parroquianos. Nicolás logró salvar a tres muchachos asiáticos de esa suerte.
Debido a su generosidad al hacer regalos y a la protección que daba a los pequeños, se convirtió en un santo inmensamente popular a través de toda Europa donde se le dedicaron miles de iglesias. En Gran Bretaña solamente superan las cuatrocientas.
En varias regiones surgió la tradición de que si en su fiesta —el 6 de diciembre— los pequeños dejaban algo de comida para su caballo (o burro) él les dejaría unos caramelos, siendo éste el primer paso importante hacia el nacimiento de Santa Claus como dador de obsequios.
El país donde tuvo mayor acogida fue Holanda, y se dice que esto se debe a que fueron barcos holandeses quienes trajeron las primeras noticias de su existencia al norte de Europa. En holandés su nombre se convirtió en "Sinter Klaas" o "Sinter Claes". Cuando los holandeses llegaron al Nuevo Mundo y fundaron en el temprano siglo xvil un lugar llamado Nueva Amsterdam (luego rebautizado Nueva York) trajeron consigo sus costumbres Sinter Klaas, y la primera iglesia que erigieron llevó su nombre.
La pronunciación americanizada de Sinter Klaas fue "Santa Claus", y éste pronto se convirtió en su apodo. En poco tiempo Santa Claus perdió sus raíces mediterráneas para convertirse en una figura global, común a todos. A esta altura de los acontecimientos la iglesia cristiana lo prefería a muchas otras figuras más paganas y folclóricas, pues al fin y al cabo estaba basada en un auténtico santo, y por consiguiente era más apto para desempeñar el rol de generoso distribuidor de regalos.
El siguiente paso fue el de simplificar las festividades invernales demorando en dieciocho días su arribo, pasándolo del 6 de diciembre a la víspera de Navidad, e incorporándolo de esta manera a las fiestas navideñas. Para contrarrestar cualquier oposición a esta medida se les dijo a los niños que debían hacer listas de los regalos que deseaban y dejarlas convenientemente a mano para que Santa Claus pudiese reunirlos y tenerlos listos para su entrega la víspera de Navidad. Hacía ya tiempo que estos obsequios habían superado el nivel de simples golosinas para convertirse en juguetes y presentes de todo tipo, y poco a poco el viejo santo fue convirtiéndose en el moderno Santa Claus.
En este proceso perdió su apostura estilizada para convertirse en un ser rollizo y alegre (en realidad con su larga pipa de arcilla comenzó a adquirir un gran parecido con uno de los tempranos colonizadores holandeses), y se hizo más benévolo. El viejo Sinter Klaas sólo premiaba a los niños buenos, e incluso los sometía a interrogatorios para constatar si sabían sus oraciones. Para los niños malos traía bastones con los cuales azotaba, aunque este castigo parece haber constituido más una amenaza que una realidad y eventualmente fue desterrado por completo por no armonizar con el alegre espíritu navideño.
Santa se convirtió en un tío benévolo que recorría el mundo con su alegre jo-jo-jo y la sola misión de hacer felices a los niños en Navidad independiente de su comportamiento durante el año. Para 1870 esta querida y novedosa figura había llegado a Inglaterra procedente de América, y pronto se fusionó con Papá Noel.
El viejo Papá Noel sufría la desventaja de no haber sido pródigo con sus regalos. Esto, en la era victoriana inglesa, fue enmendado tomando sólo el nombre de Papá Noel para amalgamarlo con la personalidad de Santa Claus y así crear nuestra propia e inmensamente popular figura navideña.
Para disgusto del sector mas piadoso del clero, la figura de Santa eventualmente se hizo más popular que la de Jesús con los niños modernos. Esto enfureció a ciertos elementos de la Iglesia quienes, no obstante, no pudieron impedir su ascenso al más alto sitial de la festividad navideña. Tan recientemente como en 1950 su efigie fue quemada por el clero francés, y en 1969 el papa Paulo VI llegó a "degradarlo", pero nada podía detenerlo. Papá Noel, alias Santa Claus, había llegado para quedarse.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.