Mensaje del Capellán Mayor del Ejército al conmemorarse el día de
nuestra señora de la Merced, Patrona y Generala del Ejército Argentino.
Estimados amigos del Ejército Argentino:
El 24 de septiembre, Fiesta de la Virgen de la Merced, es para cada uno
de los integrantes del Ejército y sus familiaresun momento muy peculiar
que tiene que ver con los sentimientos más profundos del soldado
argentino.
En esos caros sentimientos brilla especialmente el
agradecimiento a nuestra Madre del cielo que desde aquel milagroso
acontecimiento que llevó ala victoriaen la Batalla de Tucumán,sigue
manifestando ser la protectora de nuestras tropas y de nuestras vidas en
la dos veces centenaria Institución a la cual pertenecemos.
La
advocación de la Merced en sus orígenes se encuentra vinculada a la
Orden Religiosa fundada por Pedro Nolasco por inspiración de la
Santísima Virgen, dedicada a redimir a los cautivos. Esa santa
inspiración no se agota en aquella época histórica sino que sigue
vigente en nuestro tiempo en el cual le volvemos a pedir a la Virgen que
nos libere de los cautiverios de nuestra cultura contemporánea.
Creo oportuno pedir en esta fiesta a Nuestra Madreque nos saque del
cautiverio de las falsas esperanzas;que nos devuelva al camino de la
esperanza de los bienes definitivos, aquellos que motivaron al General
Belgrano a ponerse de rodillas para pedir, no por intereses personales y
mezquinos, sino por el bien de nuestra Patria y de nuestro pueblo. Que
entendamos humildemente que no somos propietarios de nada sino
administradores del don que Dios pone en nuestras manos.
La
presencia del Señor en medio del peregrinar de nuestro pueblo por la
historia se ha manifestado siempre de un modo visible y concreto en las
gracias que nos regala a través de su madre la Virgen María, que es
nuestra Madre. En nuestro caso, Nuestra Madre de la Merced, por quien el
Señor permite que florezca la paz y se marchite la confrontación; brote
la honestidad y se seque la corrupción; que el árbol de la ley sea
podado y regado para que dé frutos comestibles de verdadera justicia.
Amigos y camaradas, les deseo feliz día de la Virgen y me uno en la
oración para que ella desde el cielo nos alcance de Jesús la gracia de
la bienaventuranza que llena nuestros corazones.
Pbro. OSCAR ÁNGEL NAEF
Capellán Mayor del Ejército
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