"Caballo, caballo criollo,
caballo de estirpe gaucha,
compañero inseparable,
vencedor de la distancia;
cuando detrás de la lucha
se vino la madrugada
del gran día de la paz
dorado en sol de esperanza;
tu te enrolaste primero
para labrar el mañana:
arriador de larga tropa
por los cuadros de la estancia,
o haciendo con el arado,
en el erial de la chacra,
tajo de surco fecundo
sobre el filo de la helada.
Y así hasta que abrió la flor
de la aurora ya soñada.
Y cuando vino la tarde
-bien venida y bien ganada-
que vierte con su silencio
sobre el confín de la pampa,
claveles llenos de sombra
nacidos de las guitarras;
todo parejo y pulido,
y endomingado de plata,
te largaste al trotecito
derecho hacia la enramada.
Y el premio fue la caricia
de la moza enamorada,
que te trajiste de vuelta
como una rosa en el anca.
Caballo, caballo criollo,
caballito de la patria,
soldado con San Martín,
gaucho de Güemes en Salta!"
Teófilo Hiroux Funes.Carlos Ravazzani.-
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