Esperamos
que esta significativa fecha, en que conmemoramos la muerte y
resurrección de Nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión
propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
¡Muy Felices Pascuas!
Mensaje del capellán mayor del Ejército, Pbro. Oscar Ángel Naef, en ocasión de celebrarse la Pascua.
Queridos hermanos del Ejército Argentino,
Llega el día de la Pascua, el instante del año en el cual Jesús resucitado rompe el silencio de nuestro interior para decirnos: “No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo” (Apoc. 1, 17-18).
Ese anuncio se realiza de un modo particular en la Vigilia Pascual con el cirio encendido, símbolo de Jesús resucitado quien se proclamó a sí mismo como la “luz del mundo”. Al ingresar en el templo a oscuras, el cirio encendido se convierte en un lenguaje que nos habla del triunfo de la luz de Cristo sobre el poder de las tinieblas que sometían al mundo.
Quienes seguimos a Jesús deberíamos dejar que esa luz pascual nos envuelva. Que ella, en medio de tanta oscuridad, producto de una cultura sin Dios de la cual no escapa a nuestro pueblo, nos introduzca en la plena certeza de que siguiendo los pasos del Señor recorreremos el verdadero camino que nos hará compartir el triunfo que nos conduce a la vida en plenitud.
De ese modo, el Señor resucitado haciéndonos partícipe del gozo de la Pascua fortalece nuestra fe, aumenta nuestra esperanza y enciende la caridad en nuestro espíritu para ser verdaderos testigos de la Luz, con María, que habiendo padecido de pie junto a la cruz, hoy como nadie participa del gozo de la Resurrección de su Hijo.
¡Muy feliz Pascua de Resurrección 2015!
¡Muy Felices Pascuas!
Mensaje del capellán mayor del Ejército, Pbro. Oscar Ángel Naef, en ocasión de celebrarse la Pascua.
Queridos hermanos del Ejército Argentino,
Llega el día de la Pascua, el instante del año en el cual Jesús resucitado rompe el silencio de nuestro interior para decirnos: “No temas: yo soy el Primero y el Ultimo, el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre y tengo la llave de la Muerte y del Abismo” (Apoc. 1, 17-18).
Ese anuncio se realiza de un modo particular en la Vigilia Pascual con el cirio encendido, símbolo de Jesús resucitado quien se proclamó a sí mismo como la “luz del mundo”. Al ingresar en el templo a oscuras, el cirio encendido se convierte en un lenguaje que nos habla del triunfo de la luz de Cristo sobre el poder de las tinieblas que sometían al mundo.
Quienes seguimos a Jesús deberíamos dejar que esa luz pascual nos envuelva. Que ella, en medio de tanta oscuridad, producto de una cultura sin Dios de la cual no escapa a nuestro pueblo, nos introduzca en la plena certeza de que siguiendo los pasos del Señor recorreremos el verdadero camino que nos hará compartir el triunfo que nos conduce a la vida en plenitud.
De ese modo, el Señor resucitado haciéndonos partícipe del gozo de la Pascua fortalece nuestra fe, aumenta nuestra esperanza y enciende la caridad en nuestro espíritu para ser verdaderos testigos de la Luz, con María, que habiendo padecido de pie junto a la cruz, hoy como nadie participa del gozo de la Resurrección de su Hijo.
¡Muy feliz Pascua de Resurrección 2015!
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