El coronel Benito Machado, viejo león de las campañas
unitarias y la del desierto, que alcanzó a vivir 84 años, se hallaba muy
enfermo en su casa de la calle Tacuarí de la Capital Federal, a los fondos del
templo de la Concepción.
Añorando sus campos del sur, mando traer su caballo
favorito, un tordillo negro, algo vejancón, como él, y se pasaba montado en el
patio del antiguo caserón que aún subsiste. Cuando su mal lo obligó a quedarse en cama, hizo conducir esta junto a
la ventana, y se pasaba las horas teniendo las riendas en la mano, mientras el
tordillo olía a través de las rejas.
-Me hace pensar en los tiempos de antes, y los huesos me
duelen menos - decía sonriendo en medio de sus dolores el viejo guerrero de la
Pampa.
Don Pampa Viejo. Fogón de las Tradiciones.-
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