Durante el conflicto bélico de Malvinas que se desarrolló entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña en 1982, el Regimiento de Infantería 12 (RI 12) fue uno de los tantos elementos que participaron del conflicto. Dicho Regimiento integró casi en su totalidad la Fuerza de Tareas “Mercedes”, que fue conducida por el entonces Teniente Coronel Ítalo Ángel Piaggi, quien a la vez se desempeñaba como Jefe del RI 12. Esta Fuerza tenía la responsabilidad de efectuar una defensa ante el avance de las tropas Inglesas luego del desembarco, en las zonas llamadas Darwin, Pradera Del Ganso y Boca House.
Entre los días 27 al 29 de mayo de 1982 se libró la Batalla de Pradera Del Ganso, el primer enfrentamiento que libraron ambos contendientes luego de que las fuerzas británicas desembarcaran y consolidaran su cabecera de playa en San Carlos (Isla Soledad). El enfrentamiento se desarrolló prácticamente en toda la extensión del istmo de Darwin y finalizó con la rendición de las fuerzas argentinas. El RI 12 fue uno de los pocos elementos que más horas combatió en toda la guerra.
Por parte de las fuerzas británicas, participó activamente en esta batalla el 2º Batallón de Paracaidistas a cargo del entonces Teniente Coronel Herbert Jones, quien cayó muerto en combate, y allí asumió el mando el Segundo Jefe, el entonces Mayor Chris Keeble, uno de los principales protagonistas en esta historia. Entre las fuerzas argentinas se destacó la acción del otro protagonista, el en ese momento Mayor Alberto Frontera quien, como Segundo Jefe a cargo del RI 12, dirigió la defensa de Darwin, ya que su jefe se encontraba ejerciendo la conducción de la Fuerza de Tareas “Mercedes”. Ante la situación reinante en donde las propias fuerzas estaban prácticamente sitiadas y ante la inminente caída, Frontera ordenó quemar la Bandera de Guerra del Regimiento de Infantería 12 con el fin de que este símbolo tan transcendente no cayera en poder de las tropas inglesas.
Las cenizas que quedaron de lo que fuera la bandera y el asta completa fueron arrojados al mar, pero los soldados británicos recuperaron ese mástil y se lo entregaron al Mayor Keeble, y este oficial inglés lo llevó a su país y guardó celosamente por durante 34 años.
Lo transcendental de esta historia surgió al mismo tiempo que el Tcnl (R) Frontera emprendiera un viaje a Londres, y fue allí que amistades comunes lograron coordinar un encuentro informal entre los dos oficiales. Frontera no sabía que el Tcnl (R) Keeble no tenía previsto una reunión informal sino una emotiva y efusiva sorpresa: la restitución del asta de la Bandera de Guerra que perteneciera al RI 12 antes y durante el conflicto de Malvinas. La ceremonia de entrega se realizó en el Harris Manchester College, en la University of Oxford, el 23 de mayo pasado. En dicha ceremonia, Keeble dirigió unas palabras al público presente que en su gran mayoría eran alumnos y profesores de tan afamada casa de altos estudios, felicitó a Frontera por la forma en que condujo la defensa de Darwin y, fundamentalmente, por la valentía y coraje con que combatieron los soldados argentinos. Al término de la devolución del asta, ambos protagonistas se entrelazaron en un profundo y respetuoso abrazo.
El gesto realizado por el Tcnl (R) Keeble demuestra un hecho inédito, pocas veces visto en este tipo de circunstancias, lo que nos permite comprender que, más allá de lo que un Estado reclame como justo o propio, las FFAA como brazo ejecutor de una decisión política cumplen con sus misiones y órdenes teniendo siempre presente que al enfrentar en combate al enemigo, estos lo hacen sin odios ni rencores, existiendo siempre un gran respecto por sus oponentes.
Fuente: Fundación Soldados
Entre los días 27 al 29 de mayo de 1982 se libró la Batalla de Pradera Del Ganso, el primer enfrentamiento que libraron ambos contendientes luego de que las fuerzas británicas desembarcaran y consolidaran su cabecera de playa en San Carlos (Isla Soledad). El enfrentamiento se desarrolló prácticamente en toda la extensión del istmo de Darwin y finalizó con la rendición de las fuerzas argentinas. El RI 12 fue uno de los pocos elementos que más horas combatió en toda la guerra.
Por parte de las fuerzas británicas, participó activamente en esta batalla el 2º Batallón de Paracaidistas a cargo del entonces Teniente Coronel Herbert Jones, quien cayó muerto en combate, y allí asumió el mando el Segundo Jefe, el entonces Mayor Chris Keeble, uno de los principales protagonistas en esta historia. Entre las fuerzas argentinas se destacó la acción del otro protagonista, el en ese momento Mayor Alberto Frontera quien, como Segundo Jefe a cargo del RI 12, dirigió la defensa de Darwin, ya que su jefe se encontraba ejerciendo la conducción de la Fuerza de Tareas “Mercedes”. Ante la situación reinante en donde las propias fuerzas estaban prácticamente sitiadas y ante la inminente caída, Frontera ordenó quemar la Bandera de Guerra del Regimiento de Infantería 12 con el fin de que este símbolo tan transcendente no cayera en poder de las tropas inglesas.
Las cenizas que quedaron de lo que fuera la bandera y el asta completa fueron arrojados al mar, pero los soldados británicos recuperaron ese mástil y se lo entregaron al Mayor Keeble, y este oficial inglés lo llevó a su país y guardó celosamente por durante 34 años.
Lo transcendental de esta historia surgió al mismo tiempo que el Tcnl (R) Frontera emprendiera un viaje a Londres, y fue allí que amistades comunes lograron coordinar un encuentro informal entre los dos oficiales. Frontera no sabía que el Tcnl (R) Keeble no tenía previsto una reunión informal sino una emotiva y efusiva sorpresa: la restitución del asta de la Bandera de Guerra que perteneciera al RI 12 antes y durante el conflicto de Malvinas. La ceremonia de entrega se realizó en el Harris Manchester College, en la University of Oxford, el 23 de mayo pasado. En dicha ceremonia, Keeble dirigió unas palabras al público presente que en su gran mayoría eran alumnos y profesores de tan afamada casa de altos estudios, felicitó a Frontera por la forma en que condujo la defensa de Darwin y, fundamentalmente, por la valentía y coraje con que combatieron los soldados argentinos. Al término de la devolución del asta, ambos protagonistas se entrelazaron en un profundo y respetuoso abrazo.
El gesto realizado por el Tcnl (R) Keeble demuestra un hecho inédito, pocas veces visto en este tipo de circunstancias, lo que nos permite comprender que, más allá de lo que un Estado reclame como justo o propio, las FFAA como brazo ejecutor de una decisión política cumplen con sus misiones y órdenes teniendo siempre presente que al enfrentar en combate al enemigo, estos lo hacen sin odios ni rencores, existiendo siempre un gran respecto por sus oponentes.
Fuente: Fundación Soldados
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