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26/12/17

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE GRANADEROS POR NAVIDAD

¡FELIZ NAVIDAD!
Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
Tengamos especialmente presente en esta Navidad a la tripulación del Submarino A.R.A. “San Juan” y a sus familiares
Que Nuestra Señora del Carmen de Cuyo y Nuestra Señora Stella Maris los acompañe e ilumine.
Nuestras oraciones y pensamientos están con ustedes.

En vísperas de la Noche Buena, cada miembro del pueblo cristiano se prepara interiormente para recibir al niño Jesús, esperanza y redención de la humanidad.
Para el Ejército Argentino, la fe en Dios constituye un sólido pilar, que lo ha sostenido espiritualmente desde su creación.
En cada Navidad, debemos, más que nunca, hacer verbo los valores que conforman la esencia del cristiano: humildad, solidaridad y sencillez.
Son valores que se identifican también con las virtudes que cultivamos como soldados, siempre en el marco de la moral, la justicia y la verdad.

29/12/16

¿POR QUE SE DECORA EL ÁRBOL DE NAVIDAD CON ESFERAS DE VIDRIOS DE COLORES?

Cierta manera de decorar el árbol de Navidad goza de una historia muy especial. Las bombitas de colores presentan varias formas, pero en esencia son esferas de vidrio colgante, de paredes muy finas, y superficie espejada. Existen muchas versiones, pero ése es el diseño básico.
Su origen es bastante insólito. Alrededor de doscientos años atrás, los sopladores de vidrio de Bohemia sufrían de exceso de calor y de trabajo. Durante la larga jornada de trabajo entre las llamas sufrían una sed tremenda que apagaban con creciente eficacia a medida que transcurrían las horas. El fin del día los encontraba de ánimo festivo, rivalizando como niños en su afán de soplar la burbuja más grande. Concluida la competencia las burbujas eran descartadas, hecho que no pasó inadvertido a sus mujeres, quienes las rescataron para llevarlas a los mercados navideños y allí venderlas como novedades.
Llevadas a los hogares y colgadas en las puertas de las casas como motivos de original decoración, las burbujas de colores no tardaron en adquirir propiedades mágicas, las cuales aumentaron su prestigio y las ventas. Se les dio el nombre de "Bolas Espirituales", y se adujo que el mal de ojo no tenía acceso allí donde se las exhibía. Se explicó que su especial valor residía en su "reflexión circular" que hacía que el mal de ojo se viese reflejado en ellas cuando intentaba introducirse en las casas, lo cual le resultaba intolerable. Con posterioridad este recurso se utilizó en muy variados contextos. (Los bronces muy lustrados que se les colgaba a los caballos de trabajo eran discos chatos que obedecían a la necesidad de protegerlos contra este flagelo.)
Las primeras bombitas de colores resultaban demasiado grandes y pesadas para colgar de los árboles de Navidad, pero muy pronto los sopladores, que no tardaron en percatarse de las ventajas que ofrecía este nuevo y redituable adorno, comenzaron a fabricar bombitas más pequeñas con dispositivos para adherirlas a las ramas del árbol. Luego, en 1863, llegó el gas y la posibilidad de controlar las llamas, y con su advenimiento los artesanos bohemios crearon pequeñas bolas de vidrio, de paredes muy delgadas, y allí nació la moderna bombita del árbol de Navidad. Alrededor de 1870 las fábricas de vidrio de Bohemia trabajaban incansablemente exportándolas al resto del mundo. Lo que nació como juego de borrachos acabó como importante industria navideña.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

26/12/16

EL DIA QUE LA NAVIDAD FRENÓ UNA GUERRA

En diciembre de 1914 se acercaba un frío día de Navidad, y las tropas británicas y alemanas se enfrentaban a través de un angosto trecho de suelo europeo. Las condiciones imperantes en ambas trincheras eran espantosas, el tronar de los cañones incesante y el ruido ensordecedor. La oficialidad británica había tomado escasas previsiones para celebrar la Navidad. Tenían órdenes de tratar esa jornada como cualquier otra, y seguir peleando, y lo poco y bueno que pudieron hacer sus cansadas tropas fue recoger unos restos de ramas de acebo como patético recordatorio de las festividades que con seguridad tendrían lugar en sus lejanos hogares.
Los alemanes estaban mucho mejor organizados. Para elevar la moral de sus tropas habían hecho enviar canastas con comida y árboles de Navidad a las líneas del frente con la intención de estimularlos a pelear mejor, pero esta bien planeada estrategia tuvo precisamente un efecto contrario. En lugar de aumentar la agresiva lealtad de los soldados el gesto detuvo por completo las hostilidades.
La verdad es que el común de los soldados alemanes no odiaban a sus pares ingleses ni viceversa, y si procuraban matarse unos a otros, era pura y exclusivamente para satisfacer la arrogancia y sed de sangre de sus autridades. El espectáculo de todos esos arbolitos afectó muy hondo a los sentimentales alemanes. La víspera de Navidad los decoraron como mejor pudieron para exhibirlos en los parapetos de sus trincheras. Luego, a medianoche, dejaron de disparar sus armas y comenzaron a cantar villancicos, y algunos hasta consiguieron instrumentos musicales para acompañarse.
Las congeladas tropas británicas, escondidas en sus trincheras, sintieron alarma y desconcierto ante el repentino y extraño silencio, seguido por los acordes de Stille Nacht, y al asomarse comprobaron asombrados que los soldados alemanes habían emergido de sus escondites, y ocupaban en actitud pasiva la tierra de nadie. Con temor nervioso los ingleses se les unieron, y tuvo lugar una improvisada tregua.
Los villancicos continuaron durante toda la noche, los enemigos cantando juntos, y a medida que pasaron las horas tuvo lugar un extraordinario intercambio de regalos. Los ingleses ofrecieron cigarrillos y budín de ciruelas. Enemigos mortales se estrecharon las manos e incluso se abrazaron, mostrándose fotografías de sus respectivas familias, y durante un breve interludio la idea de matar se borró de sus mentes.
A la mañana siguiente, día de Navidad, desde las trincheras alemanas se escucharon gritos de "Feliz Navidad, Tommy" ("Tommy", nombre por el cual se conoce al soldado inglés). Luego ocurrió algo insólito. Poniéndose de acuerdo sobre un punto intermedio entre ambas posiciones, ingleses y alemanes protagonizaron lo que debe ser el más raro partido de fútbol en la historia de ese deporte.
En cierto momento del día un soldado alemán disparó su arma accidentalmente, y de inmediato envió una carta pidiendo disculpas a los ingleses.
Es de lamentar que la mágica navideña no tuviera proyección. Las autoridades arrogantes, furiosas ante ese inesperado brote de paz, emitieron órdenes en el sentido de que en el futuro, la penalidad por fraternizar con el enemigo sería la muerte, y dado que la perspectiva de morir por una bala casera era mayor a la de sucumbir al fuego enemigo, los jóvenes regresaron a sus trincheras y a la macabra tarea de despedazarse mutuamente.
Se dice que en algunos lugares del frente la tregua informal llegó a durar tanto como un par de días, una semana, y en cierto sector seis semanas, pero lo cierto es que la mayoría de las tropas sólo dejaron de disparar sus armas durante el breve período del día de Navidad mismo.
No obstante habla de manera elocuente de la profundidad del sentimiento que entraña la Navidad el hecho de haber logrado, aun por unas pocas horas, detener la locura humana de la guerra.

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

25/12/16

¿POR QUE PAPA NOEL LLEVA ESA VESTIMENTA?

Quizá resulte difícil creerlo, pero el moderno Papá Noel o Santa Claus debe su vestimenta no a una antigua leyenda o temprana mitología sino a la Coca-Cola Company, y a continuación presentamos evidencias concretas para avalar nuestra extraña afirmación:
Hace mucho tiempo Papá Noel era presentado luciendo los más variados atuendos, a veces verdes, púrpura, celeste, azul oscuro, marrón o rojo, y algunas ilustraciones lo mostraban como una figura multicolor vestido con, por ejemplo, pantalones azules, chaleco amarillo y chaqueta roja. En algunos casos sus vestiduras mostraban adornos de piel marrón, negra o blanca, y a veces se lo veía cubierto íntegramente de pieles o de cueros.
En la cabeza solía llevar una corona de muérdago, un sombrero de copa, un casquete, un gorro de dormir o una puntiaguda capucha. En algunas ocasiones se lo presentaba
luciendo una corona hecha de copas de vino o de botellas, y con frecuencia sus manos sostenían un generoso vaso de vino.
También era habitual mostrarlo fumando una pipa de arcilla.
Asimismo variaba el corte de sus ropas que podían ser un sacón largo con zapatos o pesadas botas negras. A veces, en su rol de Papá Noel, se asemejaba a un próspero borrachón, y en otras ocasiones, en su rol de San Nicolás, más parecía un airoso obispo. En otras palabras, tiempo atrás distaba de ser una figura uniforme, y aquí ni siquiera nos es de utilidad Clement Moore quien dijo simplemente:
"Vestía con pieles de pies a cabeza, con sus ropas manchadas de ceniza y hollín."
Más tarde, y con frecuencia, se lo mostraba ataviado con un confortable enterizo de piel, pero el siglo XIX no produjo un estilo dominante.
Todo esto cambió alrededor de 1930. La Coca-Cola decidió utilizar a Papá Noel en su campaña publicitaria invernal, y en 1931 contrató a un artista norteamericano de nombre Haddon Sundblom, y le encomendó la misión de recrear y precisar la figura del viejo caballero. La imagen de Sundblom inundó el mercado desde comienzos de la década del 30 a comienzos de la del 60, y se convirtió en la imagen del obsequiador navideño.
De la variedad de colores que engalanaban las ilustraciones anteriores, Sundblom escogió aquellos que hacían juego con los colores oficiales de la Coca-Cola —rojo y blanco— y para cuando concluyó su campaña ya nadie pensó en mostrar a Santa Claus o Papá Noel en otros colores que no fuesen esos.
Descartó la corona de muérdago, el sombrero de copa, la mitra obispal y la capucha puntiaguda, seleccionando en cambio un gorro de dormir suelto, rojo con ribetes blancos y un pompón de idéntico color en la punta.
En reemplazo del enterizo de piel o un largo sacón, diseñó una túnica que llegaba hasta los muslos, ajustada por un ancho cinturón negro, la cual, como el gorro, lucía ribetes de piel blanca. También rojos eran los pantalones, enfundados en pesadas botas negras.
Desaparecieron los vasos de vino y la pipa de arcilla, reemplazados.., por qué otra cosa sino por una inofensiva botella de Coca-Cola. El viejo borracho de la pipa se convirtió en personaje circunspecto, vestido con alegres colores disneyanos, que exudaba alegría y generosidad de tío dispendioso. En suma, un visitante navideño higienizado, estrictamente para niños, que barrió con todos sus antecesores. Por la vía del cine trascendió las costas norteamericanas para convertirse en imagen mundialmente reconocida.
En la Gran Bretaña actual la mayoría de los Santa Claus responden al diseño americano, pero aún se ve la vieja versión de largo gabán, en especial en el norte. Hemos adoptado los colores rojo y blanco, pero parecemos renuentes a hacerlo con el gorro de dormir americano, prefiriendo retener la capucha que se nos antoja más digna.
Puede llegar a escandalizar a algunas personas el pensar que un fenómeno tan moderno como la Coca-Cola ha llegado a influenciar algo tan tradicional como la Navidad, pero a través de su historia las campañas publicitarias de esta empresa siempre han captado expertamente la tónica del momento. En la década del 30, durante los años de la Depresión, deben de haberse percatado que la gente deseaba una imagen cálida y generosa, y eso se lo dieron con esta nueva y querendona figura de Santa Claus. Con la llegada de los alocados años 60 de pronto pareció estar fuera de foco y fue prestamente reemplazado por las estrellas pop del momento, pero ya la imagen de Papá Noel creada por la Coca-Cola estaba firmemente establecida y, según sus propias palabras, "los cuadros del Santa de Sundblom habían capturado los corazones de todos para convertirse en la aceptada representación del viejo y alegre duendecillo".

Fuente: “Tradiciones de Navidad”, Desmond Morris, Editorial Emecé, Buenos Aires 1993.

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE FACEBOOK DE CORACEROS POR NAVIDAD

Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.

Reflexiones y deseos del capellán mayor del Ejército, presbítero Oscar Naef, para las festividades de fin de año.
Queridos soldados del Ejército de mi Patria, quiero invitarlos a reflexionar en estos días sobre un acontecimiento que muchas veces pasa como fecha rutinaria en nuestras agendas. Me refiero a la santa fiesta cristiana del Nacimiento de Jesucristo en el seno de la Sagrada Familia de Belén.
Belén de Judá es el sitio donde la luz que viene de la eternidad divide para siempre la noche del antiguo pecado del nuevo día de la salvación. Es en la Navidad cuando la aurora del día del Señor hace presente en la historia el designio cantado desde el cielo: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".
Cada año, la imagen santa del pesebre nos moviliza espiritualmente recordándonos que la historia no comienza ni termina con nuestros esfuerzos personales, sino que su centro y sentido es el niño Jesús, el hijo de Dios.
Una vez más, abracemos la fiesta del nacimiento de nuestro salvador como fuente de fe y esperanza, deseándonos mutuamente la paz y pidiendo prosperidad para alcanzar una vida plena y santa en una patria renovada a la luz del Evangelio que la vio nacer.
Al coronar con la Navidad el presente año, alabemos a Dios con nuestras vidas permitiendo que el Señor destierre nuestro "corazón de piedra" y arraigue allí un "corazón de carne", que haga cantar a los ángeles también de nosotros como lo hicieron del niño de Belén: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy".

¡FELIZ NAVIDAD!

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE FACEBOOK DE GRANADEROS POR NAVIDAD

¡FELIZ NAVIDAD!
Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
En vísperas de la Noche Buena, cada miembro del pueblo cristiano se prepara interiormente para recibir al niño Jesús, esperanza y redención de la humanidad.
Para el Ejército Argentino, la fe en Dios constituye un sólido pilar, que lo ha sostenido espiritualmente desde su creación.
En cada Navidad, debemos, más que nunca, hacer verbo los valores que conforman la esencia del cristiano: humildad, solidaridad y sencillez.
Son valores que se identifican también con las virtudes que cultivamos como soldados, siempre en el marco de la moral, la justicia y la verdad.

24/12/16

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE FACEBOOK DE GRANADEROS POR NAVIDAD

Esperamos que esta significativa fecha, en que conmemoramos la venida de nuestro Salvador Jesucristo al mundo, sea ocasión propicia para la reunión familiar y para el despertar espiritual.
¡FELIZ NAVIDAD!


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