No te rindas.
Valió el fuego y el hielo,
las noches sin descanso, los días en camino.
Valió acampar a la intemperie con la Gloria,
desafiar con orgullo al prepotente,
izar nuestro estandarte donde cuadra,
ejercitar la hidalguía como un hábito,
frente al asombro de los habituados al mal
y al extravío.
Valió asistir al vuelo de los Héroes,
presenciar el temor del enemigo.
Valió entender que se es capaz de estar presente
aunque se ciernan... todos los peligros...
Solo entre la nieve Soberana,
solo entre las rocas y entre el frío,
aunque el mundo a lo lejos, duerma ajeno,
con sus ... ruidos.
Podrán aventajarnos en la fuerza
pero no en el destino...
No te rindas.
Valió la Pascua esperando al invasor.
Nunca en la Argentina de estos tiempos,
tuvo tanto sentido aquella nueva y eterna
Resurrección de Jesucristo.
Valió consagrar a María,
Madre y Reina nuestras tierras robadas...
por una Reina impía
Valió también... vivir el 25 de Mayo
en pie de guerra.
Se entendió entonces, porque la Patria
es ante todo su historia verdadera,
por lo que es la obra de la Cruz y de la Espada.
No te rindas...
No olvides, no hagas fugaz lo perenne,
ni venzas al Espíritu invencible.
Valió comprobar que existen los milagros,
Que la hazaña desfila todavía.
Que el mando es de los que comandan;
que no puede ordenar el cobarde,
ni regir el incapaz.
La milicia es un don que no admite a los tibios.
Sólo el coraje distingue y jerarquiza.
No te rindas.
Valió la fe creciendo con los riesgos,
las misas del Domingo entre peleas,
el sacrificio sobre el sacrificio;
el reparar los nombres de las Islas,
la amistad en un alba centinela.
Valió la sed, el hambre, la fatiga y sobre todo
valió la sangre y muerte batallando.
El testimonio irreversible de todos los caídos.
El ejemplo para siempre de los que no regresaron nunca
porque morir en la avanzada es ser lumbre y simiente,
es convertirse en promesa de triunfo.
Por ellos y por eso, No te rindas.
No acates las noticias del desbande.
No escuches el silencio de los cómplices,
no consientas marchar hacia el abismo.
Que no te engañen con la paz sin "honra".
No existe la Argentina, si existe derrumbada.
No queremos la tregua del sentenciado,
queremos la vigilia ... armada.
No te rindas ahora... combatiente,
Caballero de la Orden Redentora
de la Patria cautiva.
No entregues la esperanza ... hay que volver!!!
Para escarmentar a los perjuros,
para restablecer en todos los espacios
el tiempo de la hombría,
para que despunte el nuevo amanecer,
ara ser fieles, continuar y volver ...
Los enemigos internos y externos
no han tomado de rehén a la "Victoria".
Valió el fuego y el hielo,
las noches sin descanso, los días en camino.
Valió acampar a la intemperie con la Gloria,
desafiar con orgullo al prepotente,
izar nuestro estandarte donde cuadra,
ejercitar la hidalguía como un hábito,
frente al asombro de los habituados al mal
y al extravío.
Valió asistir al vuelo de los Héroes,
presenciar el temor del enemigo.
Valió entender que se es capaz de estar presente
aunque se ciernan... todos los peligros...
Solo entre la nieve Soberana,
solo entre las rocas y entre el frío,
aunque el mundo a lo lejos, duerma ajeno,
con sus ... ruidos.
Podrán aventajarnos en la fuerza
pero no en el destino...
No te rindas.
Valió la Pascua esperando al invasor.
Nunca en la Argentina de estos tiempos,
tuvo tanto sentido aquella nueva y eterna
Resurrección de Jesucristo.
Valió consagrar a María,
Madre y Reina nuestras tierras robadas...
por una Reina impía
Valió también... vivir el 25 de Mayo
en pie de guerra.
Se entendió entonces, porque la Patria
es ante todo su historia verdadera,
por lo que es la obra de la Cruz y de la Espada.
No te rindas...
No olvides, no hagas fugaz lo perenne,
ni venzas al Espíritu invencible.
Valió comprobar que existen los milagros,
Que la hazaña desfila todavía.
Que el mando es de los que comandan;
que no puede ordenar el cobarde,
ni regir el incapaz.
La milicia es un don que no admite a los tibios.
Sólo el coraje distingue y jerarquiza.
No te rindas.
Valió la fe creciendo con los riesgos,
las misas del Domingo entre peleas,
el sacrificio sobre el sacrificio;
el reparar los nombres de las Islas,
la amistad en un alba centinela.
Valió la sed, el hambre, la fatiga y sobre todo
valió la sangre y muerte batallando.
El testimonio irreversible de todos los caídos.
El ejemplo para siempre de los que no regresaron nunca
porque morir en la avanzada es ser lumbre y simiente,
es convertirse en promesa de triunfo.
Por ellos y por eso, No te rindas.
No acates las noticias del desbande.
No escuches el silencio de los cómplices,
no consientas marchar hacia el abismo.
Que no te engañen con la paz sin "honra".
No existe la Argentina, si existe derrumbada.
No queremos la tregua del sentenciado,
queremos la vigilia ... armada.
No te rindas ahora... combatiente,
Caballero de la Orden Redentora
de la Patria cautiva.
No entregues la esperanza ... hay que volver!!!
Para escarmentar a los perjuros,
para restablecer en todos los espacios
el tiempo de la hombría,
para que despunte el nuevo amanecer,
ara ser fieles, continuar y volver ...
Los enemigos internos y externos
no han tomado de rehén a la "Victoria".
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