LEALTAD A LA BANDERA.
El soldado del Regimiento Río de la Plata, del Ejército Unido
Libertador del Perú, Antonio Ruiz, conocido por todos como “Falucho”,
mientras cumplía con el turno de centinela en el torreón del Real Felipe
al pie del asta-bandera, en la Fortaleza de El Callao, protestó
vivamente ante el izamiento de la bandera española por parte de los
contrarrevolucionarios, y se negó a saludarla
presentando su arma, por lo cual fue inmediatamente fusilado no sin
antes haber gritado “¡Viva Buenos Aires!”. Como la mayor parte de la
Guarnición, también él había participado días antes del amotinamiento
ocurrido ante la falta de cumplimiento en los pagos de sueldos por parte
del gobierno pe-ruano; era un delito, pero la novedad de la traición de
aquellos hombres, con la que de pronto se encontró, abrumó su corazón
al punto de recapacitar y reaccionar con un sentido del honor que no
vaciló en pagar con su vida. Así murió Falucho. Para enarbolar la
bandera española en los muros de El Callao, fue necesario pasar por
encima de su cadáver. Se enarboló al fin, pero salpicada con su sangre
generosa.
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