ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE CHACABUCO
El 12 de febrero de 1817, se libró la batalla de Chacabuco que marcó en
su hora un jalón decisivo en la guerra por la independencia de Sud
América. Al mando del general don José de San Martín, el Ejército de los
Andes derrotó completamente a las fuerzas realistas de Chile que al
mando del brigadier don Rafael Maroto defendían el desemboque andino en
la cuesta de Chacabuco. La victoria fue
el fruto de una operación planificada, organizada y ejecutada con
precisión matemática lo que permitió concentrar, en el valle de
Aconcagua, las dos columnas operativas que habían traspasado los Andes
por los pasos cordilleranos de Los Patos y Uspallata.
Al
Ejército de los Andes queda para siempre la gloria de decir: ”….en
veinticuatro días hemos hecho la campaña, pasamos las cordilleras más
altas del globo, concluimos con los tiranos y dimos la libertad a Chile.
Con este escueto parte informaba el Grl San Martín que el primer paso
dado en la concreción de su Plan Continental había concluido con éxito.
Pocas palabras, parquedad de soldado para definir una abrumadora
victoria sobre las tropas realistas que dominaban e imponían su
absolutismo al pueblo de Chile y que echaría las bases para la posterior
independencia no sólo de ese país sino que, por su efecto
multiplicador, la de medio continente americano.
Junto con sus dotes
de conductor y estratega genial empleó con éxito la alquimia y logró
amalgamar la aleación perfecta de hombres, armas y equipos para traducir
en hechos los anhelos e ideales de la Patria Grande Americana.
Sobre la base sólida, aguerrida, perfecta de su Regimiento de Granaderos
a Caballo construyó un conglomerado de hombres de distintas
nacionalidades, argentinos, chilenos, uruguayos, europeos que
encontraron bajo la Bandera del Ejército de los Andes el refugio contra
el absolutismo y en el Grl San Martín al conductor ideal de esa fuerza
de soberanía sin fronteras, armada con ideales e impulsada por el ansia
de libertad.
Más de doscientos cincuenta kilómetros de caminos
cordilleranos y alturas promedio de cuatro mil metros no constituyeron
obstáculo para que Coquimbo, Copiapó, Talca, Los Potrerillos, achupallas
y muchos combates más fueran el prólogo de Chacabuco, donde dos mil
cuatrocientos hombres al mando de Rafael Maroto, nucleados junto al
estandarte rojo y gualda de España se enfrentarán a los tres mil
seiscientos bravos unificados bajo una bandera nacida libre.
Más de
cuatro horas de combate, O'Higgins atacando frontalmente, Soler
envolviendo por la derecha descolgándose por una ladera áspera e
impracticable, sorpresa total de las tropas realistas y los escuadrones
de Granaderos, envueltos en un torbellino de sables y de lanzas, de
caballos y jinetes, de sangre y de fuego, cargando para sellar una
victoria completa y decisiva.
La tarde del doce de febrero de mil
ochocientos diecisiete dejará muertos y heridos, una naciente libertad y
muchos nombres de soldados que serían importantes porque hicieron cosas
importantes y que fueron grandes porque tuvieron el coraje de lograrlo.
Necochea, Zapiola, Alvarado, Melián, Crámer y tantos más sumarán una página de gloria más a sus vidas de soldados.
Son los altos ejemplos y los grandes modelos los que forman, educan y guían a los hombres.
Los Soldados del Escuadrón Chacabuco del Regimiento de Granaderos a
Caballo “Grl San Martín”, que llevamos en nuestros uniformes el escudo
ganado en uno de los principales campos de batalla por la Independencia
Americana. recordamos siempre sus palabras, “La Patria a los vencedores
de los Andes”, no existe obstáculo insalvable. “Chile restaurado por el
valor en Chacabuco”, valor, coraje, espíritu inclaudicable son
cualidades propias del soldado que, unidas al código de honor
Sanmartiniano y a las enseñanzas de nuestro primer Jefe de Regimiento,
nos guían, desde mil ochocientos doce, hasta el presente.
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