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16/10/18

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE PATRICIOS POR ANIVERSARIO DESEMBARCO TROPAS DE MARTIN GARCIA

ANIVERSARIO DEL DESEMBARCO DE LAS TROPAS PROVENIENTES DE LA ISLA MARTIN GARCIA
El 14 de octubre de 1838 desembarcan en Buenos Aires el Teniente Coronel Jerónimo Costa y sus hombres, rendidos en Martín García. Desde lanchas tripuladas por marinos franceses pertenecientes a la corbeta Dasses, arriban a Buenos Aires el jefe de la guarnición con 97 de sus hombres y que el comandante francés entrega caballerescamente al gobernador de Buenos Aires, General Juan M. Rosas. Llevan una carta de Monsieur Daguenet dirigida a Rosas, que dice: ... ella me ha proporcionado la ocasión de apreciar los talentos militares del bravo Teniente Coronel Don Jerónimo Costa, gobernador de la isla, y su animosa lealtad hacia su país. Lleno de estimación por él, he creído que no podía darle una mejor prueba de los sentimientos que me ha inspirado, que manifestando a V. E. su bella conducta frente al ataque dirigido contra él, el 11 de este mes, por fuerzas bastante superiores a las que él podía disponer.

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12/10/18

PUBLICACIÓN EN LA PAGINA DE PATRICIOS POR ANIVERSARIO DEL COMBATE EN MARTIN GARCIA

ANIVERSARIO DEL COMBATE EN MARTIN GARCIA
El 11 de octubre de 1838, el gobernador de la isla, Teniente Coronel Jerónimo Costa, rechaza la intimación de rendición del Capitán Hipólito Daguenet, comandante de las fuerzas navales francesas que bloqueaban el Río de la Plata. Desembarcaron soldados franceses y uruguayos en tres columnas. Costa y Juan B. Thorne, su segundo, combatieron hasta agotar su munición, rindiéndose entonces para ser remitidos junto con la guarnición a Buenos Aires.

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27/7/18

EL FARO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1528hs.-

"Envuelve al mundo extenso triste noche;
ronco huracán y borrascosas nubes
confunden, y tinieblas impalpables,
el cielo, el mar, la tierra:

y tú invisible, te alzas, en tu frente
ostentando de fuego una corona,
cual rey del caos, que refleja y arde
con luz de paz y vida.

En vano, ronco, el mar alza sus montes
y revienta a tus pies, do, rebramante,
creciendo en blanca espuma, esconde y borra
el abrigo del puerto:

tú, con lengua de fuego, «Aquí está.., dices,
sin voz hablando al tímido piloto,
que como a numen bienhechor te adora
y en ti los ojos clava.

Tiende, apacible noche, el manto rico,
que céfiro amoroso desenrolla;
recamado de estrellas y luceros,
por él rueda la luna;

y entonces tú, de niebla vaporosa
vestido, dejas ver en formas vagas
tu cuerpo colosal, y tu diadema
arde al par de los astros.

Duerme tranquilo el mar; pérfido, esconde
rocas aleves, áridos escollos;
falsos señuelos son; lejanas cumbres
engañan a las naves.

Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca,
tú, cuya inmoble posición indica
el trono de un monarca, eres su norte;
les adviertes su engaño.

Así de la razón arde la antorcha,
en medio del furor de las pasiones;
o de aleves halagos de fortuna,
a los ojos del alma.

Desque refugio de la airada suerte,
en esta escasa tierra que presides,
y grato albergue, el Cielo bondadoso
me concedió, propicio;

ni una vez sola a mis pesares busco
dulce olvido, del sueño entre los brazos,
sin saludarte, y sin tomar los ojos
a tu espléndida frente.

¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares
al par los tomarán!... Tras larga ausencia,
unos, que vuelven a su patria amada,
a sus hijos y esposa.

Otros, prófugos, pobres, perseguidos,
que asilo buscan, cual busqué, lejano,
y a quienes que lo hallaron tu luz dice,
hospitalaria estrella.

Arde, y sirve de norte a los bajeles
que de mi patria, aunque de tarde en tarde,
me traen nuevas amargas y renglones
con lágrimas escritos.

Cuando la vez primera deslumbraste
mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho,
destrozado y hundido en amargura.
palpitó venturoso!

Del Lacio, moribundo, las riberas
huyendo, inhospitables, contrastado
del viento y mar entre ásperos bajíos.
vi tu lumbre divina:

viéronla como yo los marineros,
y, olvidando los votos y plegarias
que en las sordas tinieblas se perdían.
«¡Malta, Malta!». gritaron;

y fuiste a nuestros ojos aureola
que orna la frente de la santa imagen
en quien busca afanoso peregrino
la salud y el consuelo.

Jamás te olvidaré, jamás... Tan sólo
trocara tu esplendor. sin olvidarlo,
rey de la noche, y de tu excelsa cumbre
la benéfica llama,

por la llama y los fúlgidos destellos
que lanza. reflejando al sol naciente,
el arcángel dorado que corona
de Córdoba la torre."
Ángel de Saavedra, Duque de Rivas.

Carlos Ravazzani.-

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25/7/18

VIEJO TEATRO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1546hs.-

"Llantito de violín que enciende su sonar 
las viejas serenatas de mi pueblo 
perfume de albaca 
que vuelcan los balcones de mi pueblo. 

Casonas del ayer oliendo a tradición 
con patios adornados de chañares 
aljibes sombreados 
donde guardan los grillos sus cantares. 

Quiero volver a sentir otra vez 
la voz de los vidaleros 
buscando ese cielo 
que mira con asombro el viejo pueblo. 

Crepúsculo estival con voz de manantial 
y música de vientos campesinos 
la luna celosa 
de las flores que adornan los caminos. 

Algún bohemio cantor queriendo enamorar 
la niña más hermosa que yo tengo 
que es brisa y es río 
urpila que anda alegre en los senderos."
N. Ferreyra y Ernesto Cabeza.

Carlos Ravazzani.-

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24/8/16

VIEJO PUEBLO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1349hs.-

"Llantito de violín que enciende su sonar 
las viejas serenatas de mi pueblo 
perfume de albaca 
que vuelcan los balcones de mi pueblo. 

Casonas del ayer oliendo a tradición 
con patios adornados de chañares 
aljibes sombreados 
donde guardan los grillos sus cantares. 

Quiero volver a sentir otra vez 
la voz de los vidaleros 
buscando ese cielo 
que mira con asombro el viejo pueblo. 

Crepúsculo estival con voz de manantial 
y música de vientos campesinos 
la luna celosa 
de las flores que adornan los caminos. 

Algún bohemio cantor queriendo enamorar 
la niña más hermosa que yo tengo 
que es brisa y es río 
urpila que anda alegre en los senderos."
N. Ferreyra y Ernesto Cabeza.

Carlos Ravazzani.-

16/8/16

BATERÍA

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1240hs.-

"Somos los artilleros 
que a la par del cañón 
echan rodilla en tierra, 
los que a la guerra 
van con valor. 

Porque ha sonao el clarín
allá voy a luchar
peligra nuestra bandera
mano extranjera la quiere arriar

El quinto ya va a partir
y el cañón va a tronar
no quiero dejarte sola mi negra
porque me has de olvidar
no quiero dejarte sola mi negra
porque me has de olvidar

Salta es mi cuna, sí, 
de Güemes, hijo soy, 
por mi patria Argentina 
con gusto siempre 
la sangre doy. 

El gauchaje no canta ya
porque lejos se va
camino a las higuerillas
se nos aleja el gran general

Por montes y cerros va
el pabellón nacional
cuidando nuestra frontera
los artilleros se van, se van
no quiero dejarte sola mi negra
porque me has de olvidar"

Carlos Ravazzani.-

11/8/16

GATO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1410hs.-

"En las ramas de la vida, para un pájaro sin plumas,
que se mezela entre las gentes en favor de su disfraz.
Que se muestra cuando hay buenas, pero en las malas se esfuma,
que se estira en l'aliviada y s'encoge en el cinchar.
Que se apropia de lo ajeno, que se viste con espuma
que aparenta estar sobrando y no tiene pa' empezar.

¡Gato!
Con la pose de un retrato.
¡Gato!
Con prestancia de varón.
¡Gato!
Se denuncia hasta en tu trato
¡Gato!
tu ridícula ambición.

Exponente de este siglo, expresión de este momento,
su chatura es el "standard" que circula en la babel.
Por adentro es un vacío, por afuera un monumento
retocado por la moda con un golpe de pincel.
Prototipo de mediocre, sin ideal ni sentimiento,
y arrastrado por los vientos como un trozo de papel."

Edgardo Donato / Homero Manzi

Carlos Ravazzani.

28/7/16

CALLECITAS

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1545hs.-

“Callecitas de piedra y silencio
que voy recorriendo a la luz de un farol
mi memoria recuerda las noches
en que cada piedra se hacia canción
voy sin rumbo por los pasadizos
que miles de amores te hicieron pasar
y temblando resurgen los sones
de muchas canciones que pude cantar
renaciendo con nuevos fulgores
viejos trovadores salen a rondar

Hoy vuelvo a ser
vagabundo por tus lindas calles
un don Juan, un Juglar, un Poeta
que con su guitarra te hacía soñar
hoy Santa Cruz
me enamoro otra vez de la luna
y vistiendo el jubón de la tuna
miro a las estrellas y empiezo a volar”

Carlos Ravazzani

26/7/16

EL CORREO DE LA ISLA

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1547hs.-

"Cuando recibas la carta
que aquí te escribo
espero que vengas pronto
por todo lo que te digo.

El campo te está esperando
hay que trabajar la tierra
con surcos llenos de alfalfa
con lluvias que riegan.
Se vuelve una fantasía
todo lo cierto.

El cielo un poncho celeste
la noche cristal y estrellas
que cubre con su silencio
la naturaleza.

El campo te está esperando
la vida ha abierto sus puertas.
Siguiendo con mí relato
sobre los días
te cuento que aquí en el campo
la vida es una poesía.

Es cosa de abrir el suelo
el suelo que está dormido
verás que pronto florecen
espigas de trigo.

Y ya para despedirme
quiero decirte.
Que traigas una esperanza
aquí encontrarás abrigo
si siembras de amor la tierra
te enseña el camino.
El campo te está esperando
venite pronto conmigo."
Los Manseros Santiagueños.

Carlos Ravazzani.-

25/7/16

FARO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1533hs.-

"Envuelve al mundo extenso triste noche;
ronco huracán y borrascosas nubes
confunden, y tinieblas impalpables,
el cielo, el mar, la tierra:

y tú invisible, te alzas, en tu frente
ostentando de fuego una corona,
cual rey del caos, que refleja y arde
con luz de paz y vida.

En vano, ronco, el mar alza sus montes
y revienta a tus pies, do, rebramante,
creciendo en blanca espuma, esconde y borra
el abrigo del puerto:

tú, con lengua de fuego, «Aquí está.., dices,
sin voz hablando al tímido piloto,
que como a numen bienhechor te adora
y en ti los ojos clava.

Tiende, apacible noche, el manto rico,
que céfiro amoroso desenrolla;
recamado de estrellas y luceros,
por él rueda la luna;

y entonces tú, de niebla vaporosa
vestido, dejas ver en formas vagas
tu cuerpo colosal, y tu diadema
arde al par de los astros.

Duerme tranquilo el mar; pérfido, esconde
rocas aleves, áridos escollos;
falsos señuelos son; lejanas cumbres
engañan a las naves.

Mas tú, cuyo esplendor todo lo ofusca,
tú, cuya inmoble posición indica
el trono de un monarca, eres su norte;
les adviertes su engaño.

Así de la razón arde la antorcha,
en medio del furor de las pasiones;
o de aleves halagos de fortuna,
a los ojos del alma.

Desque refugio de la airada suerte,
en esta escasa tierra que presides,
y grato albergue, el Cielo bondadoso
me concedió, propicio;

ni una vez sola a mis pesares busco
dulce olvido, del sueño entre los brazos,
sin saludarte, y sin tomar los ojos
a tu espléndida frente.

¡Cuántos, ay, desde el seno de los mares
al par los tomarán!... Tras larga ausencia,
unos, que vuelven a su patria amada,
a sus hijos y esposa.

Otros, prófugos, pobres, perseguidos,
que asilo buscan, cual busqué, lejano,
y a quienes que lo hallaron tu luz dice,
hospitalaria estrella.

Arde, y sirve de norte a los bajeles
que de mi patria, aunque de tarde en tarde,
me traen nuevas amargas y renglones
con lágrimas escritos.

Cuando la vez primera deslumbraste
mis afligidos ojos, ¡cuál mi pecho,
destrozado y hundido en amargura.
palpitó venturoso!

Del Lacio, moribundo, las riberas
huyendo, inhospitables, contrastado
del viento y mar entre ásperos bajíos.
vi tu lumbre divina:

viéronla como yo los marineros,
y, olvidando los votos y plegarias
que en las sordas tinieblas se perdían.
«¡Malta, Malta!». gritaron;

y fuiste a nuestros ojos aureola
que orna la frente de la santa imagen
en quien busca afanoso peregrino
la salud y el consuelo.

Jamás te olvidaré, jamás... Tan sólo
trocara tu esplendor. sin olvidarlo,
rey de la noche, y de tu excelsa cumbre
la benéfica llama,

por la llama y los fúlgidos destellos
que lanza. reflejando al sol naciente,
el arcángel dorado que corona
de Córdoba la torre."
Ángel de Saavedra, Duque de Rivas.


Carlos Ravazzani

6/7/16

CORREO

Fotografía tomada en la Isla Martín García, Provincia de Buenos Aires el día 20 de junio a las 1547hs.-

"Cuando recibas la carta
que aquí te escribo
espero que vengas pronto
por todo lo que te digo.

El campo te está esperando
hay que trabajar la tierra
con surcos llenos de alfalfa
con lluvias que riegan.
Se vuelve una fantasía
todo lo cierto.

El cielo un poncho celeste
la noche cristal y estrellas
que cubre con su silencio
la naturaleza.

El campo te está esperando
la vida ha abierto sus puertas.
Siguiendo con mí relato
sobre los días
te cuento que aquí en el campo
la vida es una poesía.

Es cosa de abrir el suelo
el suelo que está dormido
verás que pronto florecen
espigas de trigo.

Y ya para despedirme
quiero decirte.
Que traigas una esperanza
aquí encontrarás abrigo
si siembras de amor la tierra
te enseña el camino.
El campo te está esperando
venite pronto conmigo."
Los Manseros Santiagueños.

Carlos Ravazzani.-

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